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ECOLOGíA

Paises ricos y pobres negocian la financiación del medio ambiente

La reunión más importante sobre la financiación de soluciones para los problemas medioambientales globales desde la Cumbre de Río empieza hoy en Cartagena de Indias (Colombia). Representantes de 70 países, entre ellos España, deben decidir el futuro del Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF), un programa piloto de tres años de duración creado en 1990. Este programa fue elegido en 1992, en Río, como mecanismo definanciación para cumplir los Tratados de la Biodiversidad, de Cambios Climáticos, y entre sus objetivos están también el Protocolo de Montreal sobre la protección de la capa de ozono y la lucha contra la contaminación marina.El GEF es el escenario de uno de los más claros enfrentamientos entre países donantes y países en vías de desarrollo. Estos últimos, así como la mayoría de las organizaciones conservacionistas, quieren desligarlo del Banco Mundial, que es uno de sus gestores junto a los programas de Naciones Unidas para el medio ambiente y para el desarrollo. Aducen la mala fama del Banco Mundial en materia de medio ambiente.

"Se trata de analizar con realismo cómo se deben financiar lo que se llaman costes incrementales, lo que le cuesta a un país en desarrollo contribuir a cuestiones globales, como la conservación de la biodiversidad o la protección de la capa de ozono", explicó a este periódico Mark Halle, experto de la Unión para la Conservación (UICN).

Para Halle, está claro que el GEF está dominado por los ministros de Economía de los países ricos, a través del Banco Mundial, pero lo que propone la UICN es una extensión de la fase piloto actual: "No ha habido tiempo para el debate sobre lo que ya se ha hecho". La exclusión del Banco Mundial plantea el eterno temor de que los países ricos no estén dispuestos a dar dinero para un programa en el que no tengan la voz cantante.

Hasta el pasado mes de octubre, el GEF dio su aprobación inicial a 113 proyectos por valor de 100.000 millones de pesetas. El 42% se destinó a la biodiversidad, el 40% al calentamiento de la Tierra, el 17% a las aguas internacionales y el 1% a la capa de ozono.

Contribución española

En la reunión se va a evaluar la fase piloto, que termina en junio de 1994, decidir si existirá un GEF II y su reestructuración, es decir, cómo se van a tomar las decisiones.Treinta de los países del GEF son donantes.España tiene todavía por pagar la cantidad comprometida para la primera etapa del GEE 1.800 millones de pesetas, aprobada en un reciente consejo de ministro y pendiente de ratificación parlamentaria. Según el ministerio de Economía y Hacienda, España está dispuesta a participar en la segunda fase del GEF y apoya una estructura similar a la del Banco Mundial.

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