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Occhetto dice que el único extremismo en juego era el de la derecha

Achille Occhetto, el líder del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), compareció anoche ante los medios de comunicación como el gran triunfador de la jornada electoral. Declaró que la campaña de su partido había sido contra todos los extremismos, y añadió: "Los electores han entendido que no había dos extremismos en liza, sino uno sólo: el de la derecha fascista y de la Liga Norte".El secretario del PDS anunció, además, que el siguiente paso lógico para su partido es entrar en el Gobierno, e incluso sugirió que él mismo sería un candidato natural para presidir el Gabinete que se forme tras las próximas

eelecciones legislativas. Hasta ahora, el PDS había reiterado su determinación de formar parte del Gobierno, pero generalmente bajo la presidencia de un independiente como el actual primer ministro, Carlo Azeglio Ciampi.

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Los progresistas derrotan a los neofascistas en Nápoles y Roma y a la Liga en Venecia y Génova

Francesco Rutelli, el nuevo alcalde romano compareció hacia la una de la madrugada en la Plaza del Capitolio, donde tiene su sede el Ayuntamiento de la capital, y donde se habían congregado miles de personas que literalmente la abarrotaban. Rutelli dijo que su victoria era la de las fuerzas democráticas que, en todo el país, se habían impuesto sobre la Liga Norte y los neofascistas.

Por su parte, el líder del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI), Giarífranco Fini, se mostró igualmente satisfecho de haber obtenido en Roma el 45,5% de los votos que le atribuían los sondeos, así como inesperadamente abierto con la izquierda, ya que de su rival, Francesco Rutelli, dijo: "Es indudable que representa algo nuevo con respecto a lo que había, pero lamento que el resultado no haya sido más nuevo todavía".

Frente moderado

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Fini reconoció que la votación de ayer demuestra que la izquierda obtendría hoy la mayoría en unas elecciones generales que se celebraran en Italia y, en consecuencia, consideró "una absoluta necesidad" la formación de un frente moderado como el que él pretende promover con la Alianza Nacional que, basada en la unidad del país, lanzará la próxima semana.También reconoció que "el polo de izquierda obtendría hoy el 60% de los escaños parlamentarios" un Umberto Bossi con aires de derrotado, a pesar de que seguía proclamando que la Liga Norte había demostrado, con los votos por las listas de partido formulados en la primera vuelta, que es la primera fuerza en Venecia y Génova.

Bossi, que atribuyó vagamente a los medios de comunicación el fracaso de sus candidatos, dijo: "El país ha invertido en la izquierda y esto es preocupante".

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