Puntualizaciones de Rosa Conde
En las últimas semanas, algunos medios de comunicación han hecho afirmaciones sobre mi persona que en modo alguno corresponden a la verdad. Estas afirmaciones están claramente dañando mi imagen pública y pueden, por extensión, dañar la imagen del conjunto de los políticos socialistas.Aunque el medio que usted dirige no se ha hecho eco de estas falsedades, que obedecen bien a una ignorancia injustificable de la legislación vigente o al deseo de introducir opacidad en la vida política española y, más concretamente, en el comportamiento de los socialistas, mi obligación, porque creo firmemente que todos los políticos debemos hacer un esfuerzo permanente de clarificación, es puntualizarle lo siguiente:
1. La legislación vigente no permite que un secretario de Estado cobre la indemnización una vez que ha dejado de ser ministro. Por tanto, no es posible legalmente que yo cobre por dos conceptos distintos de la Administración.
2. Cuando llegamos al Gobierno, los socialistas decidimos que todos los miembros del Ejecutivo, incluidos los secretarios de Estado, renunciásemos a nuestro sueldo de parlamentarios, y así venimos haciendo desde 1982.
Sólo en el caso de que la circunscripción por la que hemos sido elegidos no sea Madrid, cobramos dietas de desplazamiento, como cualquier otro parlamentario, sea éste del Partido Socialista, del Partido Popular, de Izquierda Unida, o de cualquier otro grupo con representación en la Cámara.
3. Por consiguiente, sólo cobro, por razones legales en un caso y por voluntad política en otro, como secretaria general de la Pre-
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sidencia del Gobierno. Mis ingresos no proceden de dos o tres conceptos distintos, sino sólo del que me corresponde.
Por otra parte, el mezclar mi actividad profesional, y los ingresos que por ella percibo, con la actividad profesional de mi marido, me parece sencillamente un detalle de mal gusto que no puede obedecer a otro motivo que al deseo demagógico de demostrar que los socialistas incurrimos reiteradamente en comportamientos no éticos.
Son muchos los matrimonios españoles en los que tanto el marido como la mujer trabajan, y no creo que por ello haya que pedir excusas a la sociedad. Somos muchas las mujeres que llevamos años luchando firmemente por la igualdad; no estoy dispuesta a renunciar a mis derechos, pero tampoco a que mi marido pague por ello. Durante 11 años, Álvaro Espina ha sido un alto cargo de la Administración y hoy ha vuelto al servicio activo en su puesto de funcionario del Ministerio de Economía y Hacienda. No hay nada ilegal o ilegítimo en su comportamiento. Ni siquiera hay nada éticamente incorrecto.
Porque siempre he actuado con un respeto exquisito a la legalidad vigente, y porque mis comportamientos siempre han estado regidos por los más estrictos principios éticos, deseo que publique esta carta para que sus lectores sepan que con estas informaciones se está, impunemente, ensuciando el nombre de los políticos y contribuyendo, así, a desprestigiar una actividad de la que, por otra parte, me siento orgullosa de ejercer. -Rosa Conde.
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