Clausurada la sede de CAB, sociedad con la que trabajaba el 'broker' Egea
La sede de la Corporación de Agentes de Bolsa (CAB), sociedad con la que trabajaba el broker suicida, Baltasar Egea, y que la semana pasada fue declarada judicialmente en quiebra necesaria, quedó ayer clausurada por orden del comisario Santiago Oliveros.A las 11 de la mañana de ayer, una comisión judicial integrada por el comisario Oliveros; el depositario, Ricardo Rama, y el secretario del Juzgado de Primera Instancia número 36, que es el que declaró la quiebra, se personaron en la sede de CAB con el objeto de ocupar las pertenencias, libros y documentos de la sociedad quebrada. También se encontraban presentes el presidente de CAB, Adolfo Príes; el abogado de la entidad, José María Ramírez Pomatta; así como el abogado que instó la quiebra, Rafael Burgos.
La comisión judicial pudo comprobar que varios cuadros de firma, así como la mesa del despacho de Adolfo Príes, habían desaparecido. El presidente y propietario de CAB ostenta la titularidad del 56% de las acciones- explicó a la comisión judicial que esos cuadros no formaban parte del patrimonio de la empresa, sino que eran de su propiedad personal.
Vender la sede
Príes informó también al comisario y al depositario de la quiebra que el edificio sede de la empresa -cinco alturas de 200 metros cuadrados por planta más garaje- había sido vendido recientemente por 300 millones. El presidente de CAB admitió posteriormente que los compradores habían sido los propios accionistas de la sociedad.CAB es la sociedad que se querelló la semana pasada contra Benedicto Alfaro y los administradores de Tivsa y Asesores Agrupados, las dos sociedades de las que el broker Baltasar Egea era consejero delegado. CAB acusa a Alfaro del impago de efectos así como de sustituir letras de cambio emitidas por él por otras falsas.
CAB fue declarada en quiebra el pasado 24 de noviembre a instancias de uno de sus acreedores, Javier Muñoz Brandón, bajo la dirección letrada de Rafael Burgos.
Gonzalo Martínez Fresneda, abogado de Muñoz Brandón en las causas penales que se siguen en la Audiencia Nacional contra Benecdito Alfaro y los administradores de varias sociedades, manifestó ayer a los periodistas que esperaban a las puertas de CAB: "En este asunto hay dos vergüenzas. La primera es que entidades a través de las cuales se canaliza el ahorro hacia títulos del Estado tengan alguna conexión con negocios donde se invierte dinero negro. La segunda, que desaparezca el producto de inversiones en letras del Tesoro y el Estado, a través de los organismos competentes, no tenga nada que decir".
CAB hizo público ayer un comunicado en el que insistió en que está al corriente de sus obligaciones de pago y que ya reintegró en su día el importe de la ir versión efectuada por Muñoz Brandón. La sociedad quebrada afirma que intentará levantar la quiebra y que ha sustituido a tres miembros de su consejo de administración.
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