La CSCE se propone combatir el racismo y los nacionalismos agresivos
La cuarta reunión ministerial de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), reunida en Roma desde el martes, terminó ayer sus trabajos con un comunicado de los 53 países participantes en el que se expresa "profunda preocupación" por las amenazas a la paz; una radical condena de la violación de los derechos humanos y de los intentos de algunos países de anexionarse territorios con el uso de la fuerza y la decisión de fortalecer el papel de la conferencia en combatir los "nacionalismos agresivos", el racismo, el chovinismo, la xenofobia y el antisemitismo.El ministro de Exteriores italiano, Beniamino Andreatta, subrayó que el consejo había tomado nota con gran interés del hecho de que uno de los objetivos prioritarios de la Unión Europea (UE) sea la elaboración de un "pacto de estabilidad" en el continente. La coordinación con la OTAN y el papel de la CSCE en el campo de la "diplomacia preventiva" fueron también señalados por Andreatta, el canciller del país que ostenta la presidencia de turno del organismo.
El documento final no recogió el punto más espinoso de la reunión, que retrasó notablemente la clausura de los trabajos: la no proliferación nuclear y, en especial, las discusiones sobre las exigencias de Ucrania de recibir compensaciones económicas por el desmantelamiento de su armamento nuclear. El coste de este programa de desmantelamiento ha sido valorado en 2.500 millones de dólares (350.000 millones de pesetas, al cambio actual), pero la CSCE no ha expresado ninguna disponibilidad de contribuir al mismo.
Conflicto de Bosnia
En el conflicto de Bosnia, muy discutido por negarse EE UU a que el documento final hiciera referencia al papel de la UE en la reactivación de las conversaciones de paz entre las tres comunidades del país, el texto recoge la condena de la limpieza étnica y la violación de los derechos humanos así como la petición de que reciban castigo sus autores. También enfatiza la necesidad de respeto de la soberanía, integridad territorial e independencia de Bosnia y de todos los países de la región, además de rechazar la ocupación de los territorios por la fuerza.La cumbre de la CSCE ha significado un duro revés para las autoridades de Serbia al confirmar los ministros reunidos el apoyo a la soberanía, integridad territorial e independencia de Bosnia. El régimen de Belgrado no pudo defender sus posiciones en Roma al estar suspendida su pertenencia a este foro paneuropeo promotor de la paz y la estabilidad en el continente.
La Conferencia para la Seguridad y Cooperación en Europa mandará 500 observadores a Rusia para vigilar las elecciones del próximo día 12. Los observadores, de diversos países del área CSCE y de Japón, elaborarán con posterioridad un informe sobre el desarrollo de los comicios rusos.
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