Leguina se ríe de que la sociedad se crea perfecta y culpe de todo al Ejecutivo

El presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, dedicó ayer las críticas más ácidas de su intervención en el Club Siglo XXI de Madrid sobre los retos del socialismo en la Europa actual a la pasividad de lo que él denomina la sociedad civil. Es decir a todos los ciudadanos. Leguina contestó entrecortado por unas risas forzadas a una pregunta sobre la oportunidad de la próxima huelga general: "La sociedad española se cree que es perfecta, je, je, y que la culpa de todo la tiene el Gobierno, ¡vamos bien!".Leguina entiende que culpar al Gobierno de todo es "a estas alturas de la película, una hipótesis estúpida". Sobre la actitud de los sindicatos, de la patronal y del Ejecutivo ante la ruptura de las negociaciones, señaló: "No se puede esperar a que uno mueva una pieza para tirar el tablero, hay que mover otra pieza y en este caso parece claro la necesidad del Gobierno de mover una pieza tras varios meses de negociaciones sin resultados". El presidente madrileño no comprende a quién puede beneficiar "este no acuerdo" y calificó la convocatoria del paro como "un fracaso de todos".

Como en todas sus comparecencias, se le volvió a interrogar sobre distintas posiciones de Alfonso Guerra. Leguina dijo estar interesado por conocer cúal será en esta ocasión la postura que adoptará Guerra ante la huelga. Sobre la calificación de Santiago Carrillo hacia Guerra como el mejor secretario general posible en el PSOE para lograr su cohesión, Leguina aventuró un mal pronóstico: "Carrillo ya dijo hace años que Gerardo Iglesias iba a ser el mejor secretario general del PCE y esa aseveración no fue acertada. A lo mejor ahora podría pasar lo mismo".

Ante la celebración del 330 Congreso Federal del PSOE, Leguina propugnó "votar con la conciencia, como los villanos" y no dejarse llevar por las corrientes del partido. Leguina acusó al Partido Popular de seleccionar sus candidatos únicos a los congresos regionales por el viejo sistema inquisitorial de la "cooptación": llenar vacantes de una corporación mediante el voto de sus propios integrantes.