Viento a favor

La renta variable se concedió ayer un respiro gracias a la espectacular recuperación de Tokio que, al ganar un 4,38%, provocó una reacción en cadena en las bolsas de todo el mundo. Al margen de las situaciones económicas, los mercados de valores recibieron con alivio el rebote del Nikkei haciendo lo propio y convirtiendo en un nuevo sinsentido este movimiento alcista, ya que no tiene detrás más que los buenos deseos de la mayoría y la actuación interesada y puntual de unos pocos.La explicación técnica encuentra sus argumentos en la proximidad de la directriz alcista y en la necesidad de no cortarla en este momento, pero parece que prima más el que todas las bolsas occidentales registraran avances superiores al 1,5%, con la excepción de Wall Street. Francfort ganó un 1,56%, París el 2,14% y Londres un 2,09%, mientras Nueva York conseguía subir 13,13 puntos al cierre de la sesión tras conocer la revisión a la baja del PIB del tercer trimestre, un fuerte incremento del déficit comercial y un discreto crecimiento de beneficios empresariales. La alegría en la Bolsa española creció gradualmente, sin que el leve recorte en la rentabilidad de las letras del Tesoro a un año tuviera alguna trascendencia a la hora de tomar decisiones. El volumen negociado fue de 35.363 millones, cifra a la que hay que descontar una nueva aplicación sobre acciones de Metrovacesa, una vez que esta sociedad ha abonado el dividendo. El índice de Madrid recupera un 1,91%, 5,6 puntos, que le devuelven al nivel del 298,54%. El Ibex 35 subió un 2,08%.