_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Disparates

Juan José Millás

A veces imagino que hay otra dimensión por la que circulan versiones invertidas de nosotros mismos; o sea, gente que para impulsar la democracia no ha tenido que cargársela y políticos que han logrado mantener el Estado de bienestar sin necesidad de llegar a suprimirlo. Se trata de una especie de mundo al revés en el que impera una lógica disparatada, según la cual, por ejemplo, para fomentar el empleo no es necesario despedir a todo el mundo ni para estar a favor del progreso has de pensar como un capitalista del siglo pasado.Me gusta dormirme tejiendo fantasías de este tipo. Ayer imaginaba que había otra versión de la realidad, otro lado en el que, por ejemplo, habíamos logrado erradicar la xenofobia sin dictar leyes que discriminaran a los extranjeros y donde alguien había dado con una fórmula para aumentar la felicidad de los ancianos sin necesidad de rebajarles las pensiones ni obligarles a pagar las recetas de la Seguridad Social. Ya sé que eso no puede ser, que es un disparate, que lo lógico, al menos desde una óptica progresista, es lo contrario. Pero yo es que siempre he sido muy aficionado al pensamiento paradójico; por eso me gusta imaginar mundos donde el hambre se quita comiendo y la sed a base de beber. A mi hijo le hace mucha gracia.

Pero ustedes no me hagan caso, esto no es más que un juego. Imagínense que en ese mundo el ministro del Interior es un adulto que, cuando el Tribunal Constitucional le dice que se ha equivocado al interpretar una norma, pide perdón y rectifica. Qué disparate, ¿no? Lo lógico es enfurruñarse y romper el tablero. Por eso resulta tan inquietante este juego, porque te sale lo contrario de lo que es. En esa dimensión imaginaria, figúrense, para ser de izquierdas no es necesario actuar como si fueras de derechas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_