_
_
_
_

Una llamada al pasado

Dos exposiciones recorren la historia del zapato y del teléfono

Paz Álvarez

Hasta la suela de un zapato o el dial de un teléfono tienen su historia. Dos objetos tan comunes reciben un homenaje en dos exposiciones que tienen lugar en dos centros comerciales de Madrid. En el mercado Puerta de Toledo se agrupan 80 zapatos de todos los tiempos. El centro Moda Shopping reúne 30 teléfonos clásicos.Con cuero, pieles, brocados, sedas, terciopelos, hebillas, cordones, pedrerías y puntada a puntada ha creado el zapatero Manuel Reina la mayor colección de calzado de época que existe en España. En total, 80 zapatos hechos con las manos de este artesano componen la exposición Historia del zapato, que se exhibe en el Mercado Puerta de Toledo. Sandalias romanas de correas, visigodas de tiras de cuero, zapatos bordados con motivos florales, episcopales, al estilo reyes de Francia, botas de terciopelo, chinelas, chilabas, babuchas... se pueden admirar en uno de los escaparates del citado centro. Todos los modelos son del número 33, la medida habitual del pie de las mujeres de antaño. "En China, a las mujeres se les vendaban los pies para que no les crecieran y evitar que salieran de casa".Miniaturas

Manuel Reina, de 47 años, se siente orgulloso de sus "obras de arte", con las que ha conseguido varios premios. En 1990 vio cómo su nombre se imprimía en el libro de los récords por haber hecho los cinco zapatos más pequeños del mundo, de 17 a 25 milímetros de tamaño. "He empleado muchas horas y mucha vida en mis zapatos. Muchos los he tenido que volver a hacer porque no me había gustado cómo habían quedado", reconoce este zapatero -"que no remendón". puntualiza-, que ha tardado cinco años en tener listas estas 80 piezas.

Pero el tiempo de elaboración de un zapato varía dependiendo de los ornamentos que lleve. Así, por ejemplo, Reina tardó un día en hacer una sandalia visigoda con tres tiras de cuero, frente a los tres meses que ha empleado en una bota de señora con cordones y adornos pespunteados del año 1883. Y en cuanto al dinero que invierte en cada pieza ocurre lo mismo, ya que está en función del material que emplea. Pueden oscilar entre las 5.000 pesetas que le cuesta hacer una sandalia romana a las 40.000 pesetas de un zapato bordado con brocados.

Pero a su obra nadie le ha puesto precio. "Porque nadie se ha atrevido. Sé que todo tiene un valor, y si algún día me tientan...", dice este ceutí, a la vez que reconoce que le costaría desprenderse de su obra. "Son muchas horas de trabajo, de ilusión, de repetir piezas. Forman parte de mi vida", añade. La exposición acaba de ser prorrogada hasta después de Reyes, tras seis meses de gran éxito y afluencia de público. Por ella han pasado alrededor de 100.000 personas. Pero Manuel Reina echa de menos su colección y cuenta los días que le faltan para llevársela otra vez a su taller de reparación. "La echo de menos, quiero traérmela cuanto antes porque así la cuido yo. Y la tengo en mis vitrinas del taller", dice.

Hay días que acude al citado mercado y se esconde entre escaparates para escuchar a hurtadillas, sin identificarse, los comentarios de la gente. "Afortunadamente, todos son favorables".

Años veinte

En la otra exposición, el centro comercial Moda Shopping acoge durante una semana -hasta el próximo día 28- una treintena de teléfonos originales de los años veinte a cincuenta.

Los modelos, que anteriormente estaban en manos de coleccionistas, han sido traídos de Estados Unidos, Alemania y Suiza. Curiosamente, de los 30 modelos, fabricados en cobre, hierro, plástico y resina sintética, ninguno es español.

Los teléfonos están ligados a grandes acontecimientos que cambiaron el mundo. Por ejemplo, se pueden ver dos que utilizaron los alemanes durante la II Guerra Mundial. Otros llevan la estrella que marcaban los nazis a los teléfonos de los judíos.

También se pueden encontrar las genuinas cabinas de monedas americanas, cromadas en negro, de los años veinte, los típicos teléfonos de las películas yanquis con el cable de tela, los aparatos-candelabro, utilizados en los años treinta durante la ley seca.

Más de seis meses ha tardado Daniel Gilbert, restaurador catalán de teléfonos antiguos, en poner a punto esa colección, para la que ha necesitado recopilar piezas de varios modelos que completaran el teléfono original, que incluso lleva el número que tenía entonces.

Todos los teléfonos pueden ser incorporados a la línea telefónica y adquiridos. Los precios oscilan entre 15.000 y 150.000 pesetas. Un teléfono de plástico del año cincuenta se puede conseguir por 16.000 pesetas; uno de metal americano, también del cincuenta, ronda las 80.000 pesetas, y una cabina de monedas sale por 150.000 pesetas.

"Verdaderamente, son modelos únicos, que no se pueden encontrar en cualquier parte. Son piezas de museo para gente caprichosa", afirma el organizador Adolfo Pastor.

Historia del zapato, hasta el 7 de enero en el Mercado Puerta de Toledo (Ronda de Toledo, l). De martes a sábado, de 10.30 a 21.00. Domingos y festivos, de 10.30 a 14.30. Entrada libre.

Teléfonos antiguos, centro comercial Moda Shopping, planta baja (General Perón). Hasta el 28 de noviembre. De 10.00 a 21.00. Entrada libre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_