CC OO aprueba por unanimidad la huelga general

Los sindicatos pondrán públicamente "nombres y apellidos" a las futuras movilizaciones una vez se hayan celebrado las manifestaciones en las grandes ciudades previstas para mañana jueves.CC OO, internamente, ya ha acordado convocar una huelga general de 24 horas que será unitaria con UGT contra la reforma laboral del Gobierno. El Comité Federal del PSOE ha otorgado todo su apoyo al Ejecutivo para llevar adelante sus proyectos de reforma laboral. CEOE, en cambio, califica de "insuficientes y timoratas" esas medidas.

La ejecutiva de CC OO ha aprobado ya, y por unanimidad, la convocatoria de una huelga general de 24 horas y baraja las fechas del 17 o el 21 de diciembre. La decisión tomada por la dirección de CC OO, que se someterá al consejo confederal convocado para el próximo día 30, no fue hecha pública ayer, aunque su secretario general sí declaró en una rueda de prensa conjunta con el líder de UGT, Nicolás Redondo, que los sindicatos están pensando "seriamente desde hace algunos días en la huelga general", en concreto desde que el viernes pasado el Gobierno les comunicó la reforma de la contratación que proyecta. La UGT todavía no ha tomado la decisión de la convocatoria, porque de momento prefiere volcarse en las manifestaciones fijadas para mañana jueves en todas las grandes capitales, pero no ha dejado lugar a dudas de que está dispuesta a protestas más contundentes y unitarias con Comisiones.Con las movilizaciones futuras y las de mañana, los dos sindicatos pretenden "disuadir" al Gobierno para que no aplique la reforma anunciada en el despido y la contratación, que sus líderes califican de "salvajada" y "desregulación caótica" que está provocando "alarma social". También muestran su desacuerdo con el recorte del desempleo, la congelación salarial de los empleados públicos y la subida de las pensiones.

Los líderes de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, mantuvieron ayer un encuentro de apenas media hora para terminar de organizar las manifestaciones de mañana jueves. La convocatoria de una huelga general también fue tratada, aunque la decisión conjunta se ha postergado hasta después del día 25. Pero el primer paso para promover un nuevo paro general -el cuarto contra gobiernos socialistas- lo ha dado ya la ejecutiva de Comisiones Obreras al aprobar por unanimidad la convocatoria de una huelga de 24 horas. Antonio Gutiérrez apuntó como fechas probables el 17 o el 21 del próximo mes de diciembre, y en todo caso antes de las vacaciones de Navidad. La UGT prefiere, en principio, postergarla para el mes de enero. La primera huelga fue en junio de 1985 por la Ley de Pensiones y soló convoco CC OO, la segunda el 14 de diciembre de 1988 contra la política social del Gobierno y fue convocada por CC OO y UGT y la tercera, también convocada por ambas centrales, de media jornada, en mayo de 1992 por el recorte del desempleo.

Nicolás Redondo prefirió ayer hablar de las manifestaciones de mañana y añadió que lo que venga después se anunciará en su momento. "Los sindicatos", dijo, "vamos a hacer todo lo que está en nuestras manos, pero es un problema de toda la sociedad y una responsabilidad también de los representantes del pueblo, de los diputados y senadores que dicen comulgar con políticas progresistas". El líder ugetista aseguró que, con ese llamamiento, no se dirige a ningún partido en concreto, pero supone que habrá "algunos diputados del PSOE que estimarán estas medidas en lo que valen".

Gutiérrez afirmó que "el Gobierno presidido por Felipe González ha vuelto a hacer trampas" y citó las promesas electorales de mantener la protección social y el poder adquisitivo de las pensiones, restituir la causalidad en la contratación -contratos temporales sólo para puestos eventuales- y reforzar la negociación colectiva. "Si no es suficiente con el 25-N", afirmó, "y el Gobierno no atiende nuestras razones ni se da cuenta que no estamos dispuestos a resignarnos, tendremos que seguir insistiendo en la movilización de los trabajadores y de la sociedad". Redondo calificó de "doble amenaza" las últimas medidas del Gobierno, porque quiere "hacer pagar todo el ajuste a las clases más desfavorecidas y a los empresarios les da ventajas fiscales de más de 300.000 millones de pesetas". Su previsión es que, con la reforma laboral, no se va a crear empleo, sino más despidos y el paro llegará a cuatro millones.