El Ayuntamiento cuestiona las obras en el solar junto a la casa desalojada

El número 35 de la calle del Ferrocarril quedó el sábado como una casa colgante. Un desplazamiento de tierras, por la construcción de un aparcamiento y una piscina en un solar contiguo, acabó con el muro del patio hecho añicos y con 14 familias desalojadas. La comunidad de vecinos estudia denunciar a Financor, la constructora que ejecuta las obras. La empresa culpa a las humedades del terreno. El Ayuntamiento dice que una obra bien ejecutada no tiene por qué causar daños a terceros.

Los vecinos de la calle del Ferrocarril que fueron desalojados el sábado por la noche no volverán a dormir a sus casas hasta que el Ayuntamiento no compruebe que ha pasado el peligro de derrumbamiento. A última hora de ayer la dirección facultativa de la obra mantuvo una reunión con los vecinos afectados: hoy o mañana podrán volver a sus casas. De momento, unos duermen en casa de familiares. Otros, en un hostal del paseo de las Delicias que pagan las arcas municipales.La culpa de sus desgracias la tiene un enorme bloque de apartamentos con garaje y con piscina, en construcción desde hace un año, en un solar en la calle de Ciudad Real, a la altura del número 35 de la calle, del Ferrocarril. Allí, la constructora ha excavado en los últimos días más de tres metros por debajo de la superficie. El muro de medianería del patio de vecinos cayó, en un estruendo almediodía del sábado. Los vecinos de la escalera interior fueron deslojados sin prisas por orden municipal ante el posible derrumbamiento.

El número 35 de la calle del Ferrocarril, que fue construido deprisa y corriendo durante la guerra civil, carece de sótanos. Todos los bajos de la casa fueron rellenados entonces con tierra de muy mala calidad y escasa consistencia.

Bombear agua

Las humedades del terreno sobre el que se asientan la casa siniestrada y el edificio en construcción facilitaron el corrimiento de tierra, según explicaron fuentes del área de Urbanismo. Las excavadoras dieron la puntilla.Vecinos de la zona explicaron ayer que hasta hace muy pocos años cada patio de vecinos tenía un pozo de agua para el consumo. De hecho, el solar del edificio en construcción quedaba al comienzo de las obras como una piscina. Personal de la obra explicó ayer' que a veces habían tenido que bombear agua del solar. Pero Fernando Macías, del departamento de la Protección de la Edificación, dependiente del Ayuntamiento, cuestionó ayer las obras: "Una obra bien ejecutada no tiene por qué causar daños a terceros".

La comunidad de vecinos está estudiando poner una denuncia contra la. empresa inmobiliaria, Vima, y la constructora, Financor. "De momento se han mostrado muy dialogantes y amables, pero por si acaso vamos a denunciar lo que ha pasado ante un juez, para que paguen los daños", explicaba ayer un vecino. Fuentes del Ayuntamiento aseguraron que la constructora tendrá que hacerse cargo de los gastos de hospedaje de los vecinos desalojados así como de los posibles daflos que haya podido sufrir el inmueble.