81 personas mueren en el incendio de una fábrica de muñecas en China
81 personas, en su mayoría mujeres inmigrantes de las depauperadas zonas del interior de China, murieron el viernes en el incendio de una fábrica de muñecas en la provincia de Guangdong, en el sureste del país, según informaron ayer funcionarios del Gobierno.
El fuego, que arrasó dos de las tres plantas de la fábrica Zhili, situada en la floreciente Zona Económica Especial de Shenzhen, fronteriza con Hong Kong, comenzó cerca del cuarto general de los sistemas eléctricos y se expandió rápidamente por todo el edificio a causa de la gran cantidad de material combustible almacenado.
Los supervivientes lograron escapar por las escaleras, mientras sus compañeros morían asfixiados en la plantas superiores, donde las puertas y ventanas estaban bloqueadas.
"Un denso humo negro lo rodeaba todo. Aquello era el infierno. Me arrastré por las escaleras abajo, piso tras piso, aguantando la respiración hasta que di con la puerta de salida", contaba Deng Jiyin, una de las supervivientes. Su novio, que trabajaba en la segunda planta y que resultó herido, afirmaba que las puertas y ventanas estaban tapadas con alambres o verjas.
Encerrados a propósito
Horas antes, un funcionario municipal había asegurado que las salidas habían sido cerradas para mantener a la gente dentro de la fábrica durante las horas de traba o. Un periódico local informaba ayer de que el departamento de bomberos de Shenzhen había pedido a la fábrica el pasado mes de marzo que mejorara las medidas de seguridad. Los responsables, sin embargo, hicieron caso omiso. La fábrica pertenece a una empresa mixta, con capital chino y de Hong Kong.La televisión mostraba imágenes de muñecas quemadas y zapatos perdidos sobre suelos ennegrecidos, mientras los bomberos extraían cadáveres de entre los escombros.
Se trata de la segunda tragedia en una fábrica de juguetes asiática en lo que va de año. En mayo, 188 obreros tailandeses, mujeres en su mayoría, perdieron la vida en similares circunstancias en una fábrica a las afueras de Bangkok.
La temeraria carrera por el crecimiento económico emprendida en muchas áreas asiáticas, como las provincias costeras de China, ha relegado a un último plano las condiciones de seguridad e higiene de los trabajadores, según los analistas.
En China, cerca de 4.000 personas han muerto en este año a causa de accidentes laborales. Sólo en el mes pasado 15 trabajadores murieron a consecuencia del escape de gases venenosos en sus lugares de trabajo y 60 mineros perecieron en derrumbes y explosiones.
El viceprimer ministro chino, Zou Jiahua había admitido al diario China Daily la pasada semana que buena parte de esos accidentes laborales se debían a "negligencia o mala administración de las empresas".
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