Una panificadora se consolida con el 60% de sus empleados minusválidos

Mientras esperan el autobús que les recoge a las seis de cada mañana, los 25 minusválidos físicos y sensoriales, de un total de 42, que componen la plantilla de la empresa Sadepan Masa Express de Móstoles se sienten blanco de las miradas compasivas de los transeúntes. Pero cuando acceden al vehículo su visión cambia radicalmente, ya que se convierten en los gestores de un proceso productivo gracias al cual cientos de ciudadanos comen pan cada día. Sadepan, promovida por la Fundación Once, lleva año y medio funcionando y espera obtener beneficios el próximo año.

La plantilla completa trabaja estrechamente, sin diferencias y bajo la supervisión de un director de personal y una responsable máxima, ambos invidentes. Esta última, Elvira Amoedo, se incorporó a la empresa el pasado mes de febrero a pesar de que ésta llevaba en funcionamiento más de un año.Sadepan es uno de los proyectos más importantes de la Fundación ONCE dentro de la Comunidad de Madrid, para el cual se eligió el municipio de Móstoles (192.000 habitantes) por ser éste uno de los más deprimidos del sur regional.

Los primeros seis meses fueron muy difíciles, según Elvira Amoedo, ya que apenas conseguían salir al mercado. Ese periodo de tiempo se empleó en adaptar a los trabajadores en puestos acordes con sus posibilidades físicas. Así, tres jóvenes plurideficientes se reparten las tareas de embalaje y obrador junto a otros cuyas minusvalías afectan al oído, vista o extremidades inferiores.

La discapacidad motora de Maripaz no le permitió, sin embargo, integrarse en ningún paso de la cadena de fabricación, aunque esto no fue un obstáculo para que en escasos días todos pudieran observar que sí disponía de la suficiente aptitud para encargarse de la limpieza de la factoría. Gracias a su actual ocupación, Maripaz se ha convertido en una mujer independiente asentada definitivamente en Madrid.

Ampliación del plantilla

Ejemplos como el de esta trabajadora ponen de manifiesto que se ha superado el objetivo principal que la fundación se marcó cuando hace casi dos años decidió "rentabilizar socialmente" la nave industrial que poseía en el polígono de Los Rosales. Quedan metas como la obtención de beneficios económicos. "Conseguiremos ganar dinero a partir de 1994, con el incremento de turnos de trabajo, la incorporación de 18 trabajadores más y la distribución de nuestra masa de pan congelado a toda la península", señala Amoedo.El responsable de formación de Sadepan opina que "muchos deficientes se vuelven doblemente inválidos porque han recibido una educación proteccionista". Con estas palabras Fernando Larumbe trata de explicar que la sociedad y la familia son los principales responsables de los problemas de integración de un minusválido. "Tendemos a equivocar la solidaridad con la compasión", dice Larumbe, que añade que el hecho de que unos padres "se vuelquen" con su hijo discapacitado "es normal, pero a la larga limitarán su autonomía".

Esta es una de las razones por las que existen plazas vacantes dentro del programa de formación y reciclaje Euroform. Cofinanciada por el Fondo Social Europeo y Fundosa, dependiente de ONCE, esta iniciativa contempla 650 horas de enseñanza teóricas y prácticas para 18 alumnos preferentemente minusválidos. Sin embargo, los dos cursos que se han empezado a impartir cubren el cupo con parados menores de 25 años o desempleados de larga duración, ya que uno de los objetivos del programa es formar al mayor número posible de personas.