Obiang intenta romper el boicoteo electoral con el 'secuestro de los partidos'

Una nueva táctica, bautizada popularmente como el secuestro de los partidos, ha logrado aumentar a ocho el número de los partidos ecuatoguineanos que han decidido abandonar el boicoteo, de los principales grupos de oposición a las elecciones legislativas de mañana. Se trata de rendiciones logradas por parte del Gobierno de Teodoro Obiang con promesas de financiación, cargos ministeriales o el poder del miedo. Basta con arrancar una declaración de adhesión al proceso electoral a un dirigente o simple militante de un partido de oposición para que el Gobierno la haga extensiva a todo el grupo. Todo vale, dicen los opositores, con tal de lograr el mayor número de participantes en los comicios que la oposición califica de farsa electoral.

Obiang restó ayer importancia a la ausencia de observadores internacionales, alegando "que no es una regla internacional". A dos días de los comicios sólo Gabón ha enviado a tres de sus ciudadanos como espectadores electorales en la antigua colonia española, informa Efe.El presidente guineano aprovechó una conferencia de prensa en Malabo para señalar que "no existe ningún deterioro de las relaciones con España" y que mantiene frecuentes contactos telefónicos con Felipe González, aunque agregó que la cooperación "que en un principio abarcaba muchos sectores, hoy se ha quedado reducida a la nada".

Tomás Mecheba, líder del Partido Socialista de Guinea Ecuatorial -PS, uno de los 14 grupos legalizados por el proceso de apertura de Teodoro Obiang-, sorprendió a sus compañeros de militancia cuando, hace unas tres semanas, se reunió en secreto con el jefe de la misión diplomática guineana en Madrid y decidió volvera Malabo. "Nos dejó de piedra después de todo lo que había dicho contra Obiang", relata desde Malabo Constantino Evita, máximo representante del PS, en ausencia de Mecheba. "Cuando llegó a Malabo, al pie del avión, le esperaban una delegación de autoridades, militantes del PDGE, y las cámaras de televisión ante las que se pronunció a favor de las elecciones", explica también por teléfono José Manuel Ibono, miembro de la ejecutiva del PS.

Evita e Ibono intentaron convencer a Mecheba de que regresase a la posición que el PS ha mantenido junto con otros nueve partidos en la Plataforma de Oposición Conjunta (POC), a favor del boicoteo a la "farsa electoral" de mañana.

Como medida cautelar, ambos se llevaron de la sede los archivos del PS. Nunca imaginaron que Mecheba los iba a denunciar. "La policía aprovechó la oportunidad para encarcelarnos y palizarnos. Ahora siguen intimidándonos para que no denunciemos que la acción de Mecheba es individual y que lo hemos destituido", dice Evita

Intentos fallidos

Otros siete partidos guineanos de diversa ideología han sido víctimas del secuestro o, al menos, de intentos fallidos. En todos estos casos, las autoridades intentaron legitimar, dándoles mucha publicidad en los medios oficiales, a los partidarios de los comicios como los genuinos portavoces de las siglas del partido."Para el régimen, toda adhesión al proceso electoral se convierte en una legitimación de su farsa", explica desde Malabo Severo Moto, dirigente del Partido del Progreso (PPGE), de tendencia democristiana, que el pasado febrero sufrió un intento de golpe interno. Uno de sus lugartenientes, Tomás Buechecú quiso tomar las riendas del PPGE que, junto a Convergencia Para la Democracia Social (CPDS),y la conservadora Unión Popular (UP), integra el grueso de la resistencia a Obiang. "Es muy fácil captar secesionistas", dice Moto, al recordar que la situación de indigencia de los guineanos favorecen las ofertas de financiación y cargos políticos con que las autoridades prometen premiar la participación en las urnas.No ha ocurrido lo mismo con UDENA, un partido sin ideología que cuenta con las simpatías de la etnia bubi; la Convergencia Social Democrática y Popular (CSDP) de centro-derecha y el minoritario Partido Social Demócrata (PSD). Según, la versión oficial, los tres integran la lista de ocho partidos que participan en las elecciones.

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