Los sindicatos acusan al Gobierno de iniciar Ia confrontación con el nuevo modelo de contratos

El Gobierno presentó ayer a los sindicatos el nuevo modelo de contratos temporales y UGT y CC OO lo recibieron como "la mayor ofensiva para precarizar el empleo". Los sindicalistas no se levantaron de la mesa, pero salieron declarando que se ha sobrepasado la barrera del desacuerdo y se ha iniciado "la confrontación del Gobierno con los trabajadores y el movimiento sindical". Ya sin micrófonos afirmaron que las manifestaciones del próximo día 25 ahora no son suficientes. Previamente el Gobierno les había comunicado que los nuevos contratos de aprendizaje cobrarán el 70% del salario mínimo -39.000 pesetas al nivel actual- y no tendrán cobertura de paro ni por invalidez ni por enfermedad.

El secretario general de Empleo, Marcos Peña, reconoció indirectamente que con la reforma de la contratación aumenta la precariedad. "Nadie me tiene que convencer que [los nuevos contratos] son distintos y peores que los existentes, pero son mejores que la nada", afirmaba anoche tras su reunión con las centrales. Su objetivo y el del Gobierno es que los jóvenes y las mujeres ingresen en el mercado de trabajo y están de cididos "a promoverlo de cual quier manera".Para ello van a reformar la contratación temporal eliminando solamente una modalidad -los contratos de nueva actividad-, añadiendo otra nueva -el aprendizaje- y facilitando los contratos a tiempo parcial. En los de fomento del empleo, donde no existe causalidad -relación eventual sólo para puestos temporales-, se introducen cambios, pero no se derogan como habían recomendado los expertos del Consejo Económico y Social (CES) y como pedían las centrales. A partir de ahora esa figura se reservará a los autónomos para que contraten a su primer trabajador asalariado.

Esos cambios se los comunicó ayer Trabajo a los sindicatos, aunque el debate y las mayores discrepancias se centraron en la nueva figura del aprendiz y en los contratos a tiempo parcial, "muy contestados por UGT y CC OO, según Marcos Peña.

El contrato de aprendizaje se destina a las empresas de menos de 25 trabajadores y para jóvenes de hasta 25 años -28 años si la relación se inicia a la edad tope- La descripción que ofrecieron los sindicatos es ésta: De aprendizaje sólo tiene el nombre, no recibe formación, no tiene derecho al desempleo ni a cobertura por invalidez o por enfermedad común y no se garantiza que se pueda aplicar con titulados. El sueldo será el 70% del salario mínimo el primer año, el 80% durante el segundo y el 90% durante el tercero. Eso supone 25.000 pesetas para los menores de 18 años y 39.000 pesetas a partir de esa edad en el primer año de relación laboral.Del contrato a tiempo parcial desaparece el actual límite -jornada no inferior a dos tercios de la habitual- y no habrá relación laboral ni cobertura cuando el trabajo sea inferior a las 16 horas semanales.

Después de conocer las características de los nuevos contratos el representante de UGT, Apolinar Rodríguez afirmó: "No puedo creer que ésto se pueda llevar adelante. No doy crédito".

José María Fidalgo (de CC OO) dijo que siguen sentados en la mesa porque "no es una negociación". Aunque la ruptura formal del diálogo aún no se ha producido, lo que añadió no deja lugar a muchas dudas: "Estamos más allá del desacuerdo. Hemos entrado en la confrontación del Gobierno con los trabajadores y con el movimiento sindical".

Los sindicalistas habían acudido a la reunión pensando que "la ofensiva" iba a producirse en el despido -se trata el próximo lunes- y no en la contratación. Pero al salir compararon el nuevo contrato de aprendizaje con el plan de empleo juvenil, que diseñó el Gobierno en 1988 y que fue uno de los detonantes de la huelga general del 14-D. Incluso creen que es más negativo, "una reedición empeorada".