Crece en Suecia la oposición a fusionar Volvo y Renault por los buenos resultados de la firma

El conocimiento de los resultados de Volvo en los primeros nueve meses del año, que muestran una notable recuperación -1.059 millones de coronas de beneficios (unos 17.000 millones de pesetas) contra 707 millones de pérdidas en el mismo periodo de 1992-, reforzó la posición de quienes, en Suecia, se oponen a la fusión de la empresa con Renault. Contribuyó más aún el saber que en el mismo periodo Renault ha tenido una caída de sus beneficios: de 7.500 millones de francos (161.000 millones de pesetas) el año pasado a 1.030 millones este año.A menos de tres semanas de la asamblea de accionistas de Volvo que debe decidir la proyectada fusión, los directivos de ambos consorcios han iniciado una ofensiva para contrarrestar las resistencias suecas. Pero ha habido una carta importante. El primer ministro francés, Édouard Balladur, ha escrito a su homólogo sueco, Carl Bildt, para confirmarle las garantías que piden los accionistas de Volvo. El Gobierno francés, principal propietario de Renault, podría dar seguridades y la fecha aproximada en que Renault será privatizada, así como garantía de que las llamadas "acciones doradas", que facultan a la parte francesa a decidir quiénes y cuándo podrán comprar acciones del futuro consorcio, no serán utilizadas.