Alfredo Pastor pone en duda la fuerza real de las centrales para movilizar a los ciudadanos contra el Ejecutivo

El secretario de Estado de Economía, Alfredo Pastor, se mostró ayer escéptico sobre la fuerza real de los sindicatos para movilizar a los ciudadanos contra el Gobierno. "No hay que coartar el derecho de los sindicatos a convocar movilizaciones", afirmó, "pero el país está convencido que las medidas propuestas de reforma del mercado laboral son necesarias y dudo que esto degenere en un ambiente de conflicto social".Pastor participó en la clausura de las jornadas de tesorería de la Caja de Ahorros de Navarra, junto al presidente del Gobierno de esta autonomía, Juan Cruz Allí, y se mostró poco optimista respecto a la conclusión con éxito del denominado pacto para el empleo. Respecto al acuerdo de rentas dijo que "todavía es posible, pero no muy probable".

El secretario de Estado de Economía insistió en el plazo dado por el Gobierno para concluir las conversaciones, el 30 de noviembre, y anunció que todas las medidas de reforma de este mercado estarán concluidas antes de fin de año. "Utilizaremos el decreto ley para aquellas medidas que consideremos más urgentes", dijo sin querer precisar cuáles, "y el resto serán enviadas al Parlamento como proyectos de ley".

Anunció también que las propuestas finales serán más duras, en algunos casos, que las concesiones que se han realizado en la mesa de negociación, aunque luego matizó que "quizá no sea procedente hablar de un endurecimiento mientras prosiguen las conversaciones, pero sí podemos decir que si no hay un acuerdo al final, el Gobierno queda con las manos libres para actuar". Alfredo Pastor intentó desdramatizar el tema y señaló que aunque no se consiga un acuerdo, la negociación habrá merecido la pena "porque la actitud de las tres partes ha sido muy diferente que en otras ocasiones".

Preguntado sobre los resultados de la encuesta de población activa del tercer trimestre, Pastor dijo que todavía no se conocen los datos, pero que es probable que se haya seguido destruyendo empleo y aumentando el paro en ese periodo. Precisó que ese proceso de destrucción de puestos de trabajo se frenará en los próximos meses y descartó que la flexibilidad vaya a provocar despidos masivos, "porque no serían socialmente tolerables".