De 'La Vanguardia' a 'El Observador'

Dos de las personas presuntamente espiadas por la red de escuchas telefónicas desmantelada en Barcelona. -Carlos Fajardo y Alberto Garrofé- fueron en el pasado altos cargos de la editora de La Vanguardia, destituidos por su propietario, Javier Godó. Tanto Fajardo como Garrofé han estado relacionados posteriormente con el diario El Observador, creado bajo el impulso de Lluís Prenafeta, ex secretario general de la Presidencia de la Generalitat. Este diario se planteó como alternativa pujolista a La Vanguardia en un momento en que este rotativo pasó a mantener posiciones más distantes con la Presidencia de la Generalitat.El 9 de octubre de 1991 fue destituido fulminantemente el director general de TISA, empresa editora de La Vanguardia, Carlos Fajardo, por grave "pérdida de confianza". Le acompañaron en el cese su adjunto, Andreu Navarro; el director financiero, Juan Mariné; el secretario general, Francisco López, y dos empleados de menor nivel. Ocho meses antes había sido destituido como consejero de TISA y de Antena 3 Televisión el abogado Alberto Garrofé.

Garrofé y Fajardo coincidirían más tarde en El Observador, que lleva varias semanas sin salir a la calle, el primero como accionista y el segundo como director general.

El 5 de diciembre de 199 1, dos meses después del cese de Fajardo, un empleado, de la Telefónica descubrió un pinchazo en el teléfono del despacho de Garrofé. El 24 de aquel mes era Fajardo quien presentaba denuncia porque su teléfono en su domicilio de la calle de Còrsega también estaba intervenido.

La empresa de La Vanguardia no precisó nunca a qué obedecía la "grave pérdida de confianza" en Fajardo ni ha explicado por qué destituyó como consejero a Garrofé. Fajardo llevaba 25 años en la casa y Garrofé, 10. El cese de Fajardo se explicó oficiosamente por sus relaciones con las personas que impulsaban El Observador: Prenafeta, Garrofé y el abogado Joan Piqué Vidal.