Nicaragua proseguirá su política de expulsión de activistas de ETA
El Gobierno de Nicaragua se comprometió ayer a seguir adelante con la expulsión de activistas de ETA refugiados en su país aunque hayan sido nacionalizados nicaragüenses. La presidenta de Nicaragua, Violeta Barrios de Chamorro, inició ayer su primera visita de Estado a España, dedicada fundamentalmente a estudiar la ayuda que las autoridades españolas pueden aportar para reformar las Fuerzas Armadas sandinistas y colocarlas bajo la autoridad civil.
Chamorro plantó sendos besos en las mejillas cuando saludó al presidente del Gobierno, Felipe González; al ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, y al presidente del Senado, Juan José Laborda, a su llegada al palacio de El Pardo. Los Reyes dieron allí la bienvenida oficial a su huésped, a la que invitaron a almorzar en el palacio de la Zarzuela. Por la noche le ofrecieron una cena de gala en el Palacio Real."Definitivamente sí", contestó el titular nicaragüense de Asuntos Exteriores, Ernesto Leal, cuando los periodistas le preguntaron si mantendría su política de acoso y expulsión a presuntos militantes de ETA refugiados en su país durante la etapa sandinista.
Los tres primeros etarras fueron entregados a España el pasado mes de mayo por el procedimiento de urgencia. La policía española, que cuenta con una antena permanente en Managua, colabora estrechamente con las fuerzas de seguridad nicaragüenses en la persecución de los simpatizantes de ETA. Entre 96 y 120 españoles, la mayoría de ellos vascos, obtuvieron en vísperas de la llegada al poder de Chamorro la nacionalidad nicaragüense, y ahora se iba iniciado la revisión de esta medida con la que los sandinistas pretendían impedir la extradición.
Reforma del Estado
ETA apenas fue, sin. embargo, tema de conversación. Los anfitriones españoles de Chamorro le animaron a continuar con la cooperación policial y discutieron esencialmente con ella sobre lo que Solana llama púdicamente "la reforma del Estado". Don Juan Carlos también alentó a la presidenta, en su discurso de la noche, en su "empeño en favor de la pacificación del país, de la consolidación del sistema democrático y de la modernización del Estado".
La reforma del Estado consiste en sacar de la órbita sandinista a las FF AA, cuyo comandante en jefe es Humberto Ortega, y a la policía. Para poder legalmente renovar la cúpula militar, Chamorro prepara, con el asesoramiento jurídico español, una nueva ley de FF AA.
Ayer sugirió a sus anfitriones que la ayuden algo más en esta tarea. Dejó caer que podrían invitar a Humberto Ortega para explicarle el funcionamiento de un Ejército a las órdenes del poder civil. También insinuó la presidenta que, tal y como se hizo en su día con El Salvador, se podría crear un "grupo de amigos" de Nicaragua -integrado por España, México, Colombia, Venezuela y EE UU- que. asesore y ayude a la conclusión de la transición democrática en su país. El grupo serviría, además, para defender los intereses de Nicaragua en algunos foros internacionales, como el Club de París, que agrupa a sus acreedores públicos.
El Rey se hizo eco de esta preocupación en su alocución. "Los acontecimientos de estos últimos meses en vuestro país", afirmó, "han puesto de manifiesto las dificultades del proyecto emprendido y la necesidad de que contéis con la colaboración decidida de la comunidad internacional". "Nicaragua tiene un claro amigo en el Gobierno de España", comentó, por su parte, Felipe González, al término de una entrevista de 90 minutos que mantuvo ayer por la tarde con Violeta Chamorro en El Pardo, dónde se hospeda la presidenta.
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