Sólo un 10% de la primera promoción de derecho de la Carlos III se licencia
La ceremonia de graduación de los alumnos de la primera promoción de la Universidad Carlos III de Madrid se celebró ayer bajo el brillo de la novedad. Entre los estudiantes, sin embargo, flotó un dato: de los 440 matriculados en derecho hace cuatro años, sólo 39 han finalizado sus estudios. Tampoco las felicitaciones, los agradecimientos y el protocolo fueron suficientes para evitar el recuerdo de las reivindicaciones. Los profesores invitaron a la reflexión y los alumnos incluyeron protestas en sus discursos.
El estricto sistema de permanencia y la diferencia entre la teoría académica y el mundo laboral centraron las quejas de los universitarios. El rector, Gregorio Peces-Barba, respondió con energía. Aludió a la necesidad de buscar otras formas de financiación y al coste social y económico que supone repetir un curso.En un ambiente casi familiar -acompañados por profesores, padres, madres y hermanos-, los primeros 35) licenciados en derecho en el recinto universitario de humanidades de Getafe recibieron su. diploma. Junto a ellos obtuvieron títulos 96 diplomados en biblioteconomía y documentación, 71 en ciencias empresariales y 15 en informática de gestión (éstos, del recinto universitario de Leganés).
El acto de graduación se dividió en dos partes. A las once de la mañana obtuvieron la banda y el diploma las promociones de biblioteconomía y documentación, así como informática de gestión. Los graduados en derecho y empresariales recibieron los honores a partir de la una de la tarde. Todos los graduados fueron despedidos a la salida del aula magna por la tuna de la Universidad Carlos III. En los edificios de aula fueron descubiertas sendas placas con el nombre de todos los licenciados.
Los alumnos criticaron en sus discursos las deficiencias de la Carlos III, aunque también destacaron que es "una universidad segura de sí misma que se ha abierto paso entre la mediocridad". También señalaron que es necesario que los nuevos estudiantes mantengan actitudes reivindicativas con una crítica constructiva. En sus intervenciones no faltaron las referencias al rígido régimen de permanencia académica. "Es necesario mejorarlo", indicó el portavoz de la promoción de empresariales, quien pidió que se mantenga el recuerdo para los estudiantes que "han quedado en el camino". La diferencia entre la teoría académica y la práctica laboral fue otro de los blancos de los discursos estudiantiles.
El rector de la Carlos III cerró el acto con un discurso en el que hizo hincapié en la gratitud que los estudiantes han de tener con sus familias, los profesores y los ciudadanos que, a través de los impuestos, financian la Universidad. Peces-Barba insistió en cambiar el sistema de financiación y abogó por otros métodos.
"Aquellos que puedan pagar más, que lo hagan, y quien no pueda, que tenga la oportunidad de venir a la Universidad", dijo. Y recordó que la Carlos III tiene un 37% de alumnos becados. "Tenemos que medir mucho el tiempo de permanencia en la Universidad, pues cada año de más le cuesta 300.000 pesetas a los ciudadanos", afirmó.
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