Pujol ignora por tres veces la oferta de diálogo de Obiols

Tres veces clamó ayer en el Parlamento catalán el socialista Raimon Obiols por la traslación a Cataluña del clima de diálogo que reina en Madrid entre el PSOE y CiU. Y, como si oyera llover, otras tantas veces ignoró Jordi Pujol la solicitud. El desdén del presidente de la Generalitat no encierra grandes secretos: el PSOE necesita el apoyo de CiU en el Congreso, pero los nacionalistas, que gozan de mayoría absoluta en Cataluña, no precisan de la ayuda del PSC para gobernar la Generalitat.

Pujol no fue, sin embargo, el único aquejado de sordera en la segunda jornada del debate anual sobre la política del Gobierno catalán. Excepto el independentista Angel Colom, ningún otro líder de la oposición pareció haber escuchado el discurso con el que el presidente había abierto el debate el miércoles y en el que emplazó al Gobierno socialista a acabar con la política autonómica del café para todos y pidió un trato diferenciado para Cataluña.Las afables relaciones políticas que el PSOE y CiU han estrenado en Madrid tras la pérdida de la mayoría absoluta por parte de los socialistas no tendrán correspondencia gemela en Cataluña. Por si alguien abrigaba alguna duda al respecto, el presidente de la Generalitat y máximo dirigente de la coalición nacionalista Convergència y Unió, Jordi Pujol, se encargó ayer personalmente de despejarla ante el pleno de la Cámara catalana. Y para ello no utilizó palabras, sino todo lo contrario: el más absoluto de los silencios.

El líder del PSC, Raimon Obiols, solicitó invariablemente en cada una de sus tres intervenciones la inauguración de un clima de diálogo y colaboración entre nacionalistas y socialistas catalanes que permita a ambas formaciones "afrontar unidas los retos a los que se enfrenta Cataluña". "Para ser, debemos ser juntos", sentenció Obiols en la primera tanda. Pujol ni pestañeó, y mucho menos pronunció una sola palabra al respecto en su turno de réplica a la intervención del líder del PSC.

El diputado socialista volvió a la carga. "El catalanismo político es una historia compartida", dijo en su segundo llamamiento, pese a lo cual obtuvo exactamente la misma respuesta del presidente de la Generalitat que en el primero. Inasequible al desaliento, Obiols lo intentó por tercera y última vez. "Abramos una vía de diálogo y de consenso alejada del pasteleo partidista sobre el presente y el futuro de Cataluña", clamó. Aunque Pujol ya no disponía de más turnos de réplica al líder del PSC, podía haber subido a la tribuna después de la intervención del portavoz de CiU. Pero no lo hizo.

Catalunya Segle XXI

En sus repetidos llamamientos al desbloqueo del diálogo político en Cataluña, Obiols insistió desde el estrado en que la crisis económica, política, cultural y moral a la que se enfrenta no sólo Cataluña sino también el resto de España y Europa es de tan grande calado que sin diálogo y consenso no habrá salida. Hay que dialogar, dijo, sobre la profundización del autogobierno, sobre la reducción de la Administración periférica del Estado en Cataluña, sobre la política económica, sobre la ordenación del territorio y sobre la potenciación de los ayuntamientos como protagonistas del modelo de autogobierno.

El líder socialista aún dio un paso más allá en su petición de diálogo. Fue cuando abogó por la confección consensuada de un nuevo programa del catalanismo político para el cambio de siglo. Una propuesta cuya música sonaba a la misma melodía que anima a la plataforma catalanista de centro-izquierda Catalunya Segle XXI, ideada por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, para acabar precisamente con la hegemonía del nacionalismo pujolista en Cataluña. Pero ni por ésas Pujol abrió la boca.

Más allá del desdén con el que el presidente de la Generalitat recibió el llamamiento de los socialistas, la política económica del Gobierno catalán en la actual coyuntura de crisis centró el grueso de las intervenciones de los distintos grupos de la oposición, así como del propio Pujol, en el pleno del Parlamento catalán que que finaliza hoy.