Guerra: "No tengo la libertad que quisiera para irme"

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, manifestó ayer a Onda Cero que no tiene la libertad que quisiera para marcharse de la política, porque "dejaría huérfanos" y "desilusionar a las personas que confían en uno es bastante difícil". Guerra, que se definió ante la periodista Julia Otero como "sincero" y "rebelde", aseguró que hay personas que "desde hace 20 años piden su cabeza": los mismos que la piden hoy. El número dos del PSOE señaló que si IU hubiera querido hacer un guiño a los socialistas "lo tenían servido después de las elecciones".

El dirigente socialista dijo que el tándem González-Guerra 'funcionó bastante bien" en el pasado. Y sobre su papel, expuso que él cree "en las ideas de partida", no en hacer las cosas y luego buscar las ideas para defender lo que se ha hecho. Reconoció que "hay personas que son más coyunturalistas", lo que, por el contexto de la pregunta, pareció referido al presidente Felipe González.Guerra manifestó que no es el Estado de bienestar lo que está en crisis, sino que "estamos en una crisis del capitalismo..., y algunos le quieren cargar el fracaso al Estado de bienestar".

El número dos del PSOE, que se calificó como socialista, no socialdemócrata, definió el socialismo como "una lucha porque todos tengan la posibilidad de ser iguales", y aseguró que en esa lucha "queda muchísimo camino por realizar".

Guerra se refirió también a la hipótesis de una gran coalición PP-PSOE como "algo absolutamente pintoresco" y "una falsificación absoluta de la realidad". A su juicio, un pacto de Estado PP-PSOE sería una "auténtica barbaridad", ya que sería "confundir absolutamente todo en nuestro país, y la situación no está como para que los ciudadanos no perciban diferencias entre los unos y los otros", aseguró.

Sin embargo, no descartó que hubiese sido posible un acuerdo con Izquierda Unida, ya que "si hubiera querido hacer un guiño a los socialistas, lo tenían servido después de estas elecciones" si sus diputados hubiesen estado dispuestos a apoyar al Gobierno. No obstante, agregó que no se siente responsable de que eso no haya ocurrido.

Aznar no es el mejor líder

Guerra reiteró su convicción de que el PP no acepta: los resultados electorales del pasado 6 dejunio, y refiriéndose al presidente del PP, José María Aznar, afirmó que "no es el mejor líder pensable" para la derecha.

Al vicesecretario del PSOE no le sorprendería que el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, decidiese volver a la política nacional tras el éxito de los pasados comicios gallegos, ya que, a su juicio, Fraga ha pasado "por tantos escenarios" que sus tentaciones son "¡limitadas".

En relación al fracaso electoral del PSOE en Galicia, se preguntó qué habrían dicho los analistas electorales, de los que dijo que muchos de ellos ignoran de qué hablan, si él hubiese elaborado las listas obteniendo esos bajos resultados.

Guerra criticó asimismo la actitud de los denominados "grupos de presión", causantes, a su juicio, de la confusión que existe entre progresismo y conservadurismo, "contra la que debe rebelarse cualquier persona de izquierda". Dijo que los grupos de presión creen que cuanto más débiles sean las opciones políticas, más capacidad tienen de presionar.

En relación al apoyo de los grupos nacionalistas a los Presupuestos Generales del Estado, afirmó que la sociedad tiene una especial sensibilidad a las negociaciones que realizan los partidos nacionalistas con el Gobierno, ya que tiene la susceptibilidad de si estarán "sacando algo para ellos en detrimento del interés general", por lo que "hay que tener mucho cuidado e intentar reducir la susceptibilidad".

El vicesecretario del PSOE negó que exista falta de sintonía entre el partido y el Gobierno. Señaló que el partido sabe que una de sus principales funciones es apoyar al Gobierno, y afirmó que eso se cumple. Preguntado por su futuro ante el 330 congreso del PSOE, aseguró que no es tan importante, y calificó de "locura" ligar su continuidad en la dirección del partido a su permanencia en el PSOE.

Guerra, que coincidió con González en que el debate del próximo congreso debe girar sobre ideas y no sobre personas, eludió pronunciarse sobre la polémica actual respecto a la reducción de la jornada laboral, medida que calificó de "debatible e interesante", sobre la que dijo que el PSOE lleva debatiendo desde 1985.

Tras reiterar que un partido no puede representar a la vez los intereses de los ricos y los de los pobres, anunció la "primicia" de que en los próximos meses se van a volver a poner de moda los libros de Carlos Marx, ya que, a su juicio, la situación actual es similar a la que dio origen a su crítica del sistema capitalista.

A la pregunta de si el llamado caso Guerra, en el que está implicado su hermano Juan, había significado un punto de inflexión en su carrera política, Alfonso Guerra respondió: "Se ha utilizado repugnantemente para intentar abatir a una persona política. Sobre eso lo he dicho todo. Alguna parte de esa basura lo debe pasar mal cuando ven como se suceden esos acontecimientos".