Un conflicto protocolario 'veta' al País Vasco en la IAAF

Primo Nebiolo, el presidente de la Federación Internacional de Atletismo leyó el pasado fin de semana su protocolario discurso en la cena oficial qué ofreció a las autoridades de San Sebastián por la organización de la Copa del Mundo de maratón. A su término, Joseba Arregui, el consejero de Cultura del País Vasco, se levantó de la mesa por estimar que el dirigente italiano había ignorado a su Gobierno. Fue el primer incidente de una cadena que hace difícil que el País Vasco vuelva a organizar una competición internacional atlética.

Hubo mucho más después. Por ejemplo, que Arregui, una vez que volvió a la mesa luego de que le hicieran reconsiderar su postura, hablara tan sólo en euskera e inglés y que al día siguiente continuaran los problemas con el protocolo en el palco presidencial y se repitieran para la entrega de las medallas hasta el extremo de que Nebiolo decidió que los atletas no las recibieran en el estadio de Anoeta. Ante tales los contratiempos, quedó en su ánimo que el País Vasco no organice más competiciones de la IAAF.Nebiolo pronuncia protocolariamente discursos allá donde va y los repite según un modelo establecido. En San Sebastián agradeció a la Federación Española y a las autoridades municipales el recibimiento a todos los directivos y participantes con ocasión de la Copa del Mundo de maratón. No hizo mención, alguna al Gobierno vasco a lo largo de su intervención.

Esta omisión fue intolerable para Arregui. Cuando se levantó junto con sus acompañantes para expresar su protesta, Nebiolo se quedó prácticamente solo en la mesa presidencial, pues Rafael Cortés Elvira, el secretario de Estado para el Deporte, y José María Odriozola, el presidente de la Federación Española de Atletismo, salieron tras el consejero de Cultura para intentar convencerle de que que reconsiderase su drástica postura.

Obviar el castellano

El incidente no se mitigó, pues Arregui, cuando reapareció en la escena, obvió el castellano al pronunciar su propio parlamento y recurrió tan sólo al vasco y al inglés. Ello le valió el reproche público de Juan Manuel de Hoz -"no me da la gana", le respondió-, miembro de la IAAF, y que el ambiente quedara ya sobrecargado por la tensión. Las miradas airadas cubrían toda la sala.