UGT y CC OO apuestan por el reparto del trabajo
El debate sobre la reducción de la jornada laboral con la consiguiente rebaja en el salario, como fórmula para aumentar el empleo, suscitó la mayor atención ayer en el Congreso durante la comparecencia, ante la Comisión de Economía, de los secretarios generales de los sindicatos UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, respectivamente, y de¡ presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas. Esta propuesta, recogida en la ponencia marco para el próximo congreso del PSOE, fue favorablemente acogida por los líderes sindicales, mientras que Cuevas la calificó de "absurda". Cuevas defendió el mantenimiento de los salarios (crecimiento cero) y las plantillas como principio general que adoptarían las empresas.
Redondo y Gutiérrez se mostraron muy críticos con las medidas presupuestarias del Gobierno. Cuevas, sin embargo, mantuvo una postura de apoyo moderado, aunque reclamó medidas estructurales más profundas."Tenemos que repartimos el trabajo escaso". Así resumía Nicolás Redondo, en su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso, la posición favorable a reducir la jornada de trabajo acompañada de una rebaja de salarios. El líder sindical aseguró que UGT está dispuesta -"es más, es casi una obligación", dijo- a entrar en esta negociación con el Gobierno y la patronal si así se planteara.
En la misma línea se expresó el líder de CC OO en declaraciones a la salida de su comparecencia. Gutiérrez aseguró: "Estaríamos encantados de adentrarnos ahí, de incluir la reducción de la jornada de trabajo en la negociación, aunque comportaría un gran ejercicio de fe por nuestra parte", dijo en referencia al fracaso de las negociaciones de un pacto social "que injustificablemente se está arruinando".
El secretario general de CC OO se mostró sorprendido de que el PSOE hubiera incluido esta propuesta "que nosotros venimos defendiendo desde hace mucho tiempo", ya que el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, sostuvo lo contrario, es decir, aumento de la jornada laboral como propone el canciller alemán, Helmut Kohl, como fórmula para crear empleo.
"Sobre las contradicciones internas del Gobierno y del partido que le apoya yo no me voy a entrometer", señaló Gutiérrez, "pero en el caso de que salgan de esas contradicciones y si van en esa línea, los sindicatos nos encontraríamos más que dispuestos a discutir medidas que repartan en esta coyuntura de crisis mucho mejor el empleo, de forma que pueda haber más empleo para más personas".
José María Cuevas discrepó abiertamente de que la propuesta de reducción de jornada sea eficaz y sirva efectivamente para crear empleo. No lo excluye como receta en alguna empresa concreta, pero como medida de carácter general la considera bastante "ineficaz" para hacer frente a la situación de crisis del país. Según Cuevas, es muy dificil su implantación. "Es muy fácil decir; el problema después es concretarlo: cómo se reducen las horas y cómo se reducen, en consecuencia, los salarios".
Sobre la posibilidad de incluirlo en la mesa de negociación del pacto, Cuevas dijo: "La patronal está dispuesta a discutir absurdos mayores que ése". La receta que defendió Cuevas fue el mantenimiento de los salarios (congelación) y de las plantillas en 1994.
En su comparecencia ante la comisión, los interlocutores sociales marcaron diferencias a la hora de valorar los Presupuestos Generales del Estado y la ley financiera que los acompaña. Mientras que Redondo y Gutiérrez consideran que éstos no son "ni eficaces ni equitativos", Cuevas valoró su "moderado impacto positivo sobre la reactivación económica", aunque solicitó medidas estructurales adicionales que atajen el problema del déficit público y la rigidez del mercado de trabajo.
Sacrificios y compromisos
Para Redondo, los presupuestos y las medidas fiscales de acompañamiento exigen sacrificios "a unos y benefician a otros, sin compromisos de los empresarios para crear empleo. Es más: se seguirán destruyendo puestos de trabajo".
El líder de UGT expresó su preocupación porque el Gobierno siga una línea continuista que ha dado como resultado "casi 3,5 millones de parados, ha destrozado el tejido industrial y ha agudizado la crisis" y pidió un cambio para hacer frente a los problemas de la economía española. Se quejó de la "obsesión" del Gobierno por reducir el déficit público, aun a costa de sacrificios enormes y de frenar el crecimiento económico. "Hay que encontrar el equilibrio entre la reducción del déficit público y el crecimiento de la econornía", afirmó el líder sindical.
Antonio Gutiérrez coincidió con Redondo en lamentar el "nulo impacto" en el empleo que tienen las medidas fiscales y en la reducción de las prestaciones sociales que acompañan a los presupuestos. Gutiérrez echó de menos una propuesta de política industrial que complemente los presupuestos y criticó la postura del Gobierno en la negociación del pacto social.
Cuevas reconoció la validez de las medidas fiscales como reactivadoras de la economía y se mostró optimista sobre la mejora de la economía española en 1994 por la bajada de tipos de interés, una fijación más real de la paridad de la peseta y un mayor control de la inflación. Pero, a su juicio, "las reformas pendientes en España son las reformas estructurales que sirvan para evitar las tensiones que han entorpecido el crecimiento en los últimos años: déficit público, rigidez del mercado laboral y la política fiscal". Para estas reformas, el presidente de la CEOE solicitó un consenso político más amplio.
[El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, se pronunció en contra de reducir el tiempo de trabajo semanal y los sueldos, pero agregó que sí se deben estudiar otras fórmulas. "Me pregunto", dijo, "si los empresarios y sindicatos están de acuerdo con lo que el Gobierno piensa respecto a las horas extraordinarias. Y me pregunto también si coinciden con el Gobierno en que sería buena la jornada de trabajo a tiempo parcial para facilitar el acceso al empleo de muchas mujeres que, por sus ocupaciones domésticas, no pueden desempeñar un trabajo durante siete horas seguidas"].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.