Tropas leales a Izetbegovic detienen a tiros en Sarajevo a 200 militares corruptos
El presidente Alia lzetbegovic ha decidido limpiar su propia casa. En una inesperada operación, tropas de élite de la Armija (Ejército bosnio) capturaron ayer a cerca de 200 compañeros corruptos pertenecientes a dos brigadas claves en la defensa de la ciudad. Uno de los comandantes renegados, Ramiz Delalic, jefe de IX Brigada Motorizada ' se hizo fuerte en su cuartel y opuso resistencia armada, aunque fue finalmente reducido. Por primera vez en 19 meses de asedio los disparos, escuchados en toda la parte vieja de Sarajevo, no llevaban la firma del enemigo serbio.
Las calles amanecieron desiertas. Radio Sarajevo había recomendado no salir. En el centro de la ciudad se sucedían los disparos. Tropas leales a Izetbegovic, con un brazalete blanco como distintivo, corrían de un lado a otro empuñando fusiles kalashnikov. Enfrente, muy cerca del edificio de la Presidencia, el comandante de la IX brigada motorizada, Ramiz Delalic y un puñado de hombres, respondían con fuego al intento de detenerles. A primera hora de la noche Delalic liberó a los 25 rehenes civiles que tenía en su poder y fue detenido. El otro comandante renegado, Musan Topalovic, jefe de la X brigada, también fue capturado.A Topalovic, músico de profesión antes de la guerra, y Delalic, conocido por sus numerosos desmanes, se les considera jefes de la mafia que controla el mercado negro de Sarajevo y autores de numerosos robos de alimentos y gasolina. A Topalovic se le considera además responsable de la muerte de ciudadanos serbios leales a lzetbegovic. Curiosamente, la operación de captura de los comandantes renegados está dirigida por el jefe de las un¡dades de élite del Ejército bosnio, Dragan Vikic, que es de origen serbio, pero leal a Bosnia.
El Gobierno bosnio ha trasladado tropas del frente occidental al monte Trebevic, en el Sur, para reemplazar a una de las un¡dades afectadas por los arrestos.
Las razones de la operación
La acción de limpieza de la Armija, ordenada por el Gobierno bosnio, se produce un día después del nombramiento de Hari Silajdzic, como primer ministro. No obstante, la razón íntima de la operación es demostrar a la comunidad internacional que el Ejecutivo controla la situación. Los robos se habían hecho extensivos en las últimas fechas a los cascos azules convirtiendo Sarajevo en una ciudad extrema
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.