Cien amigos homenajean al poeta Luis Rosales a tres grados bajo cero

Un homenaje al poeta granadino Luis Rosales (1910-1992), celebrado ayer en Cercedilla a tres grados bajo cero de temperatura, logró concentrar, a pesar del frío y del viento, a un centenar de amigos del autor de La casa encendida. Entre ellos se encontraban varios poetas. El acto, que conmemoraba el primer aniversario de su muerte, tuvo lugar en el mirador Luis Rosales, que se encuentra en una zona montañosa conocida como Navarrulaque. Se leyó un texto inédito.

Poco después, ya a puerta cerrada, su viuda, María Fouz, visiblemente emocionada y arropada por varias amigas, dijo que había notado la falta de Luis, "de su voz y de sus pisadas", durante el año transcurrido desde su ausencia, especialmente en Cercedilla, en donde el Premio Miguel de Cervantes (1982) escribió e inspiró parte de su obra. El poeta, que fue enterrado en esta localidad el 25 de octubre del pasado año, pasaba largas temporadas en ella.El premio Nacional de las Letras de este año, el asturiano Carlos Bousoño, que cerró el homenaje, describió a Rosales como "el poeta más creativo de su generación" y como un gran "creador lingüístico". En su poesía, añadió, "se refleja el sufrimiento huMano".

Bousoño, amigo del poeta, dijo que éste "sigue vivo entre nosotros" y que su poesía le acompañará "toda la vida".

El poeta Alfonso Moreno, de 84 años, íntimo de Rosales, aseguró que éste era "un extraordinario poeta que debería de ser reconocido". "Ahora está pasando un oasis de incompresión y de olvido", precisó el autor de El vuelo de la carne, premio Adonais en su primera edición (1943).

En el mirador, Alfonso Moreno y los escritores Francisco Acaso, Santiago Herráiz y la poetisa Rosana Acquaroni, de 28 años, que obtuvo el Premio Adonais en 1987, recitaron distintos poemas de Rosales o dedicados a él.

Cesta de libros

También se unieron a ellos el diseñador del mirador, Juan Antonio Vielva, que leyó un poema inédito del homenajeado, titulado Acción de gracia a Cercedilla, y el presidente de la Asociación Amigos del Guadarrama, Antonio Sáenz de Miera, que recitó unos versos escritos, por él e inspirados en la obra de Luis Rosales.

Sáenz de Miera recordó la relación de Rosales con la sierra del Guadarrama y con Cercedilla, en donde se desarrolla su ambiente de trabajo y en donde el escritor vivió su "última juventud" y su "última agonía". Esta última, durante tres años, en su casa de Cercedilla, conocida como Buericabi.

La Asociación Amigos del Guadarrama y la Fundación Cultural Cercedilla, organizadoras de los actos, dejaron varios libros de Rosales depositados en una cesta en el mirador para que todos los caminantes que lleguen a él los lean y, puedan "mirar la, sierra con la sabiduría que Luis la miraba, con la mirada de un poeta", dijo Sáenz de Miera a los asistentes.

Los amigos del poeta también inauguraron una vereda que formará parte de un camino que llevará el nombre de Luis Rosales. El sendero quiere un , ir el mirador con la residencia del autor de La casa encendida y El contenido del corazón.

Luis Rosales, fallecido un año atrás, está considerado como el poeta más significativo de la generación del 36. Tuvo, entre otros compañeros de viaje literario, a Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco y Dionisio Ridruejo. El escritor también actuó como puente entre los poetas de la época republicana y aquellos que iniciaron su carrera en la posguerra.