Los integristas argelinos matan a los tres obreros extranjeros secuestrados el martes

Las fuerzas de seguridad localizaron ayer los cádaveres de los tres trabajadores extranjeros secuestrados el pasado martes por un comando integrista en la localidad argelina de Tiaret, situada a unos 400 kilómetros al suroeste de Argel. Con estos asesinatos son ya siete los extranjeros asesinados en Argelia desde hace exactamente un mes. Los cuerpos del súbdito peruano Eliseo Castillo, del colombiano Álvaro, Rueda y del filipino César Guirin fueron localizados ayer en un paraje no desvelado de la región de Frenda, situada a unos 50 kilómetros del lugar de donde fueron secuestrados.

La información, facilitada por fuentes diplomáticas occidentales, no ha sido aún confirmada oficialmente.Los tres súbditos extranjeros habían sido secuestrados alrededor de las 5.30 horas de la mañana del martes, cuando permanecían en el interior del comedor de la empresa italiana Sidelmi, que trabaja en las cercanías de Tiaret en la construcción de un gasoducto. Según las primeras noticias, desveladadas en medios diplomáticos, tres hombres armados habrían inrrumpido en el interior del recinto de la empresa y obligado a sus víctimas a levantarse de la mesa y dirigirse hacia un automóvil que les esperaba en la puerta.

El secuestro de los tres extranjeros provocó de inmediato la inquietud en las delegaciones diplomáticas de Argel, ya que la forma en que se habían producido los hechos recordaban lo sucedido en la región de Sidi Bel Abés, el pasado 21 de septiembre, cuando dos topógrafos fueron secuestrados en plena carretera por un comando integrista, cuyos miembros iban disfrados de policías. Los cadáveres mutilados de los dos súbditos franceses serían localizados horas más tarde.

El asesinato de los dos súbditos franceses supuso, en opinión de los observadores políticos destacados en Argel, un salto cualitativo de los métodos de lucha hasta entonces utilizados por los integristas, quienes habían tratado de respetar la vida y las propiedades de los no nacionales, en un intento de asegurarse su apoyo y solidaridad.

Dos militares rusos

Al asesinato de los dos súbditos franceses le siguieron las muertes de dos tenientes coroneles del Ejército ruso, que trabajaban como profesores en la escuela de aviación de Laghuat, a 400 kilómetros al sur de la capital del país.

Los tres militares fueron asesinados a tiros por un comando integrista cuando salían de su domicilio, hace justamente una semana. Ayer los cuerpos de los dos militares fueron repatriados por línea aérea hacia su país.

Esta nueva oleada de atentados coincide con el inicio de un diálogo nacional, impulsado por el Alto Comité de Estado, que rige los destinos del país desde la dimisión del presidente Chadli Benyedid. En la iniciativa para normalizar la situación política argelina no queda excluida, en principio, ninguna fuerza política y social, según declararon portavoces de la comisión hace dos días.

Esta comisión, formada por tres militares y cinco civiles, supone, en opinión de los observadores, una puerta abierta a la esperanza, ya que por primera vez el Ejécito argelino aparece directamente implicado en un proceso de diálogo y se convierte en garante de los pactos a que pueda llegarse.

Los dos principales dirigentes de la oposición democrática argelina, el ex presidente de la república Ahmed Ben Bella y el lider socialista Ait Ahmed, se han comprometido ya a participar en este diálogo nacional.

Regreso de exiliados

Ben Bella regresó a Argel aproximadamente hace un mes, después de haber vivido durante un año exilado en Europa, tras el asesinato de Mohamed Budiaf. Por su parte Ait Ahmed se ha comprometido a volver en fecha inmediata a Argel, según se asegura en círculos políticos y diplomáticos.

Mientras la comisión oficial para el diálogo nacional ha iniciado ya oficialmente sus primeros contactos con las fuerzas políticas en un intento de pactar el proceso de Argelia hacia la democracia, el máximo dirigente del Frente Islámico de Salvación Abassi Madani se recupera en un lugar secreto de su crisis cardiaca sufrida hace poco menos de un mes y que provocó su traslado provisional al hospital militar de la capital argelina.