El Partido Popular arrasó en el 92% de los municipios gallegos

La hegemonía que las urnas dieron el pasado domingo a Manuel Fraga para seguir otros cuatro años al frente de la Xunta es tan apabullante que el Partido Popular (PP) triunfó en un 92,3% de los municipios gallegos (289 sobre un total de 313). Y esas victorias se producen todas, salvo en un caso, con porcentajes que superan el 37% y en muchas localidades se elevan por encima del 60 y el 70%. Mientras, los socialistas han perdido en Galicia desde el pasado 6 de junio más de 213.000 votos. Es decir, 1.605 cada día.

El PP bate el récord histórico que ya había logrado en las legislativas del pasado 6 de junio, cuando, con 734.203 votos, obtenía el mejor de los resultados que jamás había cosechado en Galicia en ninguna de las elecciones celebradas en la democracia. Ahora no sólo repite estas cifras, sino que logra 14.349 votos más, un apoyo que comparativamente es mayor si se piensa que en los comicios del pasado junio acudió a votar un 71% del censo, mientras que el pasado domingo el. porcentaje de participación fue del 65,79% -el mayor de las cuatro elecciones autonómicas gallegas-. Los populares -bajo las diversas siglas que les han encabezado- no han dejado prácticamente de ganar apoyos en cuanta elección se ha celebrado en Galicia desde 1977, con el único bache relevante de las europeas de 1989, en que bajaron casi 200.000 votos, pero esas elecciones fueron unas de las de mayor abstención de la historia de Galicia.En cambio, los socialistas no conocían un resultado tan adverso desde las primeras autonómicas gallegas, en octubre de 1981 y desde ese año sólo en las europeas del 89 habían quedado por debajo del resultado de ayer.

El Partido Socialista de Galicia también había hecho de las legislativas del pasado mes de junio su máximo pico histórico: 549.974 votos. En los 133 días que han transcurrido desde entonces, el PSOE ha cedido un total de 213.515 votos.

Desastre socialista

Respecto a las pasadas autonómicas, los populares ganan cinco diputados (de 38 a 43) y más de 166.000 votos con lo que asumen, además del hundimiento de Coalición Galega (que cede 42.000 sufragios), el efecto positivo de una mayor participación en los comicios. El PP supera el 53% del apoyo de los electores en tres de las cuatro provincias gallegas y sólo en La Coruña queda ligeramente por debajo del 50%. El dominio de Manuel Fraga es total en el mundo rural, mientras que el principal apoyo para la izquierda (estatal o nacionalista) se da en los núcleos urbanos. Pero incluso en las siete principales ciudades de la comunidad, vencen las candidaturas populares por entre 20 y 33 puntos de distancia sobre el segundo clasificado.

El desastre socialista es tal que el Bloque Nacionalista Galego (BNG) le supera en la lucha por el segundo puesto en cinco de esas siete ciudades (Santiago, Vigo, Ferrol, Orense y Pontevedra). Sólo en La Coruña y Lugo el PSOE se consuela con el segundo puesto. Cinco de las siete capitales (todas menos Pontevedra y Lugo) tienen regidores municipales socialistas.

El PSOE cede terreno en todas las provincias, pero su caída es particularmente importante en La Coruña, el feudo del guerrista Francisco Vázquez. También es ésta la provincia más poblada y la que mayor número de diputados elige. Los socialistas pierden allí cuatro diputados, pasando de los diez que obtuvieron en 1989 a seis, y ceden casi 11 puntos con respecto a aquel año: un 24,48% ahora frente al 35,18% entonces. Si se tiene en cuenta el número de votos, los socialistas pierden más de 43.000 con relación a 1989 y más de 90.000 sobre las legislativas de hace cuatro años, cuando ya habían cedido la única mayoría provincial que han ostentado en alguna ocasión en la comunidad de Galicia.

La polémica de Vázquez

En la capital coruñesa, de la que Vázquez es alcalde, los populares le rebasan en nada menos que 22 puntos. La polémica de Francisco Vázquez -el personaje más popular del PSOE en Galiciacon el candidato socialista a la presidencia de la ',Ncunta, Antolín Sánchez Presedo, después de que éste laminara a los guerristas en las listas del PSOE ha sido uno de los puntos más destacados de la campaña electoral gallega. También en las otras tres provincias cede terreno del PSOE en términos porcentuales y totales, aunque con menos rigor y relevancia que en La Coruña: un diputado en Lugo y otros dos en las provincias de Orense y Pontevedra.

El BNG ha duplicado con creces los 126.471 votos que recogió el pasado 6 (le junio, cuando se quedó a las puertas de obtener por vez primera representación en el Congreso de los Diputados. El Bloque, con respecto a las autonómicas de 1989, gana más de 161.000 votos, asumiendo en buena medida los que pierden de los logrados hace cuatro años tanto soc¡alistas como la coalición Esquerda Unida Unidade Galega.

El crecimiento de la formación que encabeza Xosé Manuel Beiras se basa, sobre todo, en el voto urbano. Si se suman los sufragios de las siete principales ciudades de Galicia, el BNG supera al PSOE en casi 4.000 apoyos en esa zona. Los nacionalistas radicales se sitúan muy cerca del PSOE, sólo a 70.000 votos, aunque el reparto de escaños les aleje seis puestos en la Cámara regional.