El Pasillo Verde Ferroviario entra en vía muerta con 7.000 millones de deudas
El Pasillo Verde Ferroviario, operación urbanística que pretende enterrar la línea ferroviaria Príncipe Pío-Delicias, ha entrado en vía muerta. El Ayuntamiento de Madrid y Renfe, promotores del proyecto, iniciaron las obras en 1989. Cuatro años después, la crisis y las deudas han paralizado los trabajos.El concejal socialista José María de la Riva pidió el jueves al presidente del Pasillo Verde Ferroviario, el edil de Urbanismo, José Ignacio Echeverría, un consejo de administración extraordinario del consorcio. En la carta enviada a Echeverría, De la Riva expresa su. preocupación por el parón en las obras y también por la situación financiera del Pasillo Verde. Según De la Riva, el consorcio formado por Renfe y el Ayuntamiento lleva 15 meses sin pagar a los proveedores y acumula una deuda de 7.000 millones de pesetas. Además, hay obras presupuestadas y sin adjudicar por valor de otros 14.000 millones.
Los vecinos de Arganzuela, distrito que atraviesa el Pasillo Verde Ferroviario, se manifestaron ayer en la plaza de Peñuelas, rodeada de obras a medio terminar, para pedir a las instituciones públicas que reanuden las obras y adjudiquen las parcelas destinadas a edificar viviendas de protección oficial.
"No es razonable", argumenta De la Riva, "dejar de realizar las obras por dificultades de tesorería cuando se han dado esas expectativas".
Equipamientos en peligro
Entre las dotaciones programadas para Arganzuela, que De la Riva afirma que se quieren eliminar del proyecto, se encuentran dos multiestaciones de metro y ferrocarril (en las antiguas estaciones del paseo Imperial y Peñuelas), la electrificación de la línea que une Príncipe Pío con Imperial, y el polideportivo y el centro cultural que se iban a construir en esta última."Nadie me va a convencer de que Renfe y Ayuntamiento no son capaces de obtener financiación para culminar este proyecto", sentencia De la Riva.
"Es un problema de falta de voluntad, y el Ayuntamiento debe presionar porque que el Pasillo Verde mejora sustancialmente la vida del distrito de Arganzuela", concluye el edil del PSOE. Este consorcio se constituyó en 1989 para enterrar la vía entre las estaciones de Principe Pío y Delicias y urbanizar los terrenos ganandos para la ciudad en la operación. En esa fecha se manejaba un presupuesto de 12.000 millones de pesetas y se preveía promover 400 viviendas de protección oficial. El resto del suelo residencial se pensaba vender a constructoras privadas para levantar pisos y oficinas de precio libre. Con el dinero de la venta de suelo se quería financiar toda la operación.
Pero ahora el mercado no acepta más oficinas, por lo que los gestores han decidido dedicar la mitad de esos terrenos de uso terciario a construir viviendas. Con el cambio se han perdido 1.100 millones de pesetas ya que el metro cuadrado de oficinas cuesta más que el residencial.
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