Israel y la OLP crean una comisión para liberar a los 12.000 activistas palestinos detenidos
JUAN CARLOS GUMUCIO La explosiva cuestión de los prisioneros y deportados palestinos emergió ayer como el principal desafío a los esfuerzos para poner puntualmente en marcha el proyecto de paz firmado por Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) hace un mes en Washington. Funcionarios palestinos e israelíes reunidos en el balneario egipcio de Taba anunciaron la formación de una comisión para que estudie el asunto, que afecta a unos 12.000 prisioneros palestinos. Las escuetas declaraciones oficiales dejaron entrever un principio de acuerdo.
El eventual acuerdo supone la pronta puesta en libertad para muchos de los 12.000 activistas palestinos encerrados en cárceles israelíes y la vuelta a casa de centenares de árabes desterrados desde 1967.La OLP está bajo fuerte presión de sus críticos internos para que consiga traducir las expresiones de buena voluntad del Gobierno del primer ministro laborista israelí, Isaac Rabin, en hechos concretos como la liberación de prisioneros y el retorno de los deportados.
En la atmósfera de distensión que dominó la segunda jornada de contactos en Taba, incluso la ambigüedad de Nabil Shaat, el representante palestino, sonaba inocua. Shaat reconoció que la cuestión de los prisioneros había sido catapultada a la cabecera de la agenda y añadió que se había logrado "un acuerdo" para solucionar la cuestión en futuros contactos con los israelíes.
Jamil Zaqut, un palestino desterrado de Cisjordania en 1988 por pertenecer al marxista Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), puso el dedo en la llaga cuando declaró: "No puedo comprender cómo palestinos e israelíes están aquí reunidos y hablando tranquilamente de paz mientras existen tantos prisioneros y deportados palestinos".
Cientos de manifestantes
La misma pregunta se hicieron los centenares de manifestantes que, ondeando banderas palestinas, recorrieron las calles de Belén demandando la libertad de los prisioneros. En Jericó hubo una sentada de solidaridad con los presos palestinos frente al edificio donde se trasladará la OLP una vez completado el repliegue del Ejército israelí que debe iniciarse el próximo 13 de diciembre.
Arafat está obviamente ansioso por liberar a todos los prisioneros palestinos, incluso a aquellos que, como los integristas musulmanes del Hamás, desde sus celdas denuncian el plan de paz como una claudicación frente a Israel. Los israelíes han dicho que están dispuestos a abrir las cárceles, pero sólo para aquellos palestinos que no estén cumpliendo condenas por la muerte de civiles y militares judíos.
Ayer era imposible determinar en términos reales cuántos palestinos podrían acogerse a la amnistía tras años de encierro por tirar piedras durante la rebelión que estalló en los territorios ocupados hace seis años.
Las discusiones de Taba serán probablemente interrumpidas hoy por unos días. Los trabajos de las delegaciones que discuten los aspectos técnicos de la transferencia de poderes a la OLP en la franja de Gaza y la ciudad de Jericó en la CisJordania ocupada se van a convertir en un ejercicio permanente durante varios meses, dijeron funcionarios palestinos e israelíes.
El ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, se mostró ayer satisfecho del ritmo de las negociaciones y declaró que en menos de dos meses será efectiva la autonomía de Gaza y Jericó.
El Comité de Enlace creado el miércoles en El Cairo ha sido descrito oficialmente como un cuerpo encargado de "construir puentes de confianza" entre la OLP e Israel. Sin embargo, es probable que su primer resultado -la liberación de prisioneros y el retorno de los deportados- vaya a necesitar más tiempo del que suponen los palestinos.
El comité de Taba inició sus deliberaciones con un incidente que no pasó a mayores. Los israelíes objetaron la presencia de Amín el Hindi, ex jefe de seguridad de la OLP, al que acusaron de haber participado en la masacre de atletas israelíes en Múnich en 1972. Siria criticó como una "nueva claudicación" palestina ante Israel la salida de El Hindi de las negociaciones.
Por su parte, los palestinos trataron de vetar al jefe de Estado Mayor conjunto israelí, Amnon Shahak, cuyo nombre ha sido vinculado con la Operación Comando, que en 1974 liquidó en Beirut a tres altos exponentes de la OLP, Yusef Nahar, Kamal Aduán y Kamal Naser. Contactos al más alto nivel lograron retirar las objeciones y al término de la jornada tanto delegados israelíes como palestinos ponderaron con sonrisas el carácter "constructivo y positivo" de las entrevistas.
Por otra parte, las guerrillas radicales del sur de Líbano dispararon ayer misiles Katyusha contra un puesto israelí en esa zona del país sin que se registraran heridos en el incidente. La respuesta israelí tampoco causó víctimas.
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