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Nuevo Versalles ya no es una ciudad perdida

Se acabaron los rodeos para los 3.000 N-VI vecinos de Nuevo Versalles. Desde ayer, este barrio de Fuenlabrada dejó de estar condenado al aislamiento por falta de accesos directos. Durante años, los residentes han tenido que jugarse la vida o acercarse hasta Móstoles para llegar a sus domicilios. De hecho, los accidentes y atropellos aquí se han saldado con nueve muertos en la última década.Han tenido que transcurrir 15 años para que Nuevo Versalles tenga una entrada por carretera digna. El paso elevado abierto ayer ha vuelto a agitar la memoria de los vecinos, que han sufrido múltiples calamidades desde que en 1975 se compraron un piso en esta urbanización, promovida, precisamente, por José Luis Pinto Fontán.

En 1987, la Comunidad de Madrid se gastó 20 millones de pesetas en una rotonda. Sólo se utilizó dos meses porque esta vía ponía en peligro a los coches. Después se levantó un muro en ese giro. Los vecinos no tenían más remedio que irse hasta Móstoles para entrar en Nuevo Versalles, por lo que cortaron el tráfico diariamente durante un mes.

Más tarde se construyó un nuevo acceso, que costó 40 millones de pesetas, que fue sólo "un parche", según los vecinos. El nuevo puente, bautizado por el vecindario como el paso de la victoria, será motivo de fiesta mañana. La obra ha costado 330 millones que ha financiado la Comunidad de Madrid.

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