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El segundo 'arrepentido' del juicio contra los clanes del narcotráfico incrimuna a 'los Charlines'

Manuel Fernández Padín, el segundo de los arrepentidos presentados por la Fiscalía Antidroga en el macroproceso al narcotráfico gallego, incriminó ayer al clan de los Charlines en los desembarcos de 4.000 kilos de hachís y 600 kilos de cocaína, en los que participó como descargador a las órdenes de Melchor Charlín Pomares. Éste se halla huido de la justicia, pero su padre, Manuel Charlín Gama, un histórico del contrabando de tabaco presuntamente reconvertido a la cocaína, se sienta en la primera fila del banquillo. En la sesión de la tarde, los acusados negaron los hechos.

Fernández Padín, que se definió como un simple "mensajero" al servicio de los narcos, no ocultó su antigua afición a las drogas. Aseguró que su "arrepentimiento" se debe a la muerte de seis de sus amigos por la droga: "Quiera o no, tengo que estar contra la droga". Ya antes de arrepentirse y ser detenido en 1989, acudió al programa Corazonada, de la televisión gallega, y denunció que sus jefes "estaban introduciendo veneno a toneladas" en Galicia.La declaración de Fernández Padín se anticipó debido a la indisposición del arrepentido Ricardo Portabales, ausente ayer del juicio. Pero frente al afán de estrellato del primer arrepentido, la declaración de Fernández Padín constituyó una auténtica sorpresa. Padín declaró con mucha mayor firmeza y concisión, sin concesiones a la galería.

"Yo aparecí en esto sin buscarlo", señaló el arrepentido. "Había buscado trabajo en Australia, Canarias y otros sitios y al final decidí pedir empleo a Melchor Charlín en el contrabando de tabaco. Me llevó a una primera descarga que yo creí de tabaco, y no era tabaco. La segunda vez creí que sería lo mismo que la primera descarga y era otra cosa", dijo.

Porsche blanco

La primera vez que acudió a una descarga a las órdenes de Melchor Charlín, éste pasé a recogerle en su Porsche blanco y viajaron de Vigo a Bayona, al restaurante Los Abetos. Allí se celebraba una cena en la que él reconoció a Luciano Núñez Villanueva, Chano, otro de los acusados para el que el fiscal pide 16 años de cárcel. Había ocho personas,.Tras la cena se trasladaron todos a una casa a orillas del mar. "Los fardos se transportaron desde una planeadora a una barca que se acercó a la orilla. Los descargamos hasta la carretera. Cada fardo de hachís pesaba unos 25 kilos". Al día siguiente participó en otra descarga.

Dos meses después, en julio de 1989, Fernández Padín intervino en otra descarga, cerca de Muixa. Pero en esta ocasión se trataba de 40 bidones en los que había unos 600 paquetes de un kilo de cocaína. "No me imaginaba que en Galicia pudieran hacerse descargas de cocaína tan grandes", añadió.

El arrepentido aclaró que Melchor Charlín le entregó un mes después 10 paquetes de cocaína para que los distribuyera a las personas que él le iba indicando. "Cuando me deshice de los 10 primeros paquetes me entregó otros 10, y luego cinco más". Fue entonces cuando confirmó que la droga era cocaína y no heroína u otra sustancia. "Melchor consumía droga de esos paquetes porque decía que un gramo menos no se notaba. Yo agujereé dos paquetes y consumí un poco", explicó.

El arrepentido describió las entregas de cocaína que hizo por encargo de Melchor Charlín, entre ellas una de dos kilos a Jorge Outón Caamaño, cuñado de Melchor, en el cocedero de mariscos de Manuel Charlín Gama. "Me llamó la atención que me dieran la droga a mí y luego yo se la devolviera", dijo sobre el clan de los Charlines, "pero el riesgo de guardarla en casa era para mí".

Otros destinatarios de los paquetes fueron Francisco Omil Nazara, para el que el fiscal pide 11 años, y Víctor Saborido Araunde y su mujer, María del Carmen Esperón, para los que el fiscal solicita 10 y nueve años de cárcel, respectivamente. Outón, Omil, Saborido y Esperón declararon por la tarde y, a veces con cierta insolencia, replicaron al fiscal y al acusador designado por la Xunta de Galicia que nunca se relacionaron con Fernández Padín y que jamás traficaron con droga.

La Audiencia Nacional ha citado, según la lista definitiva para la prueba testifical, a 522 personas entre las que figuran el empresario de la comunicación Alfredo Fraile, Alfonso Cortina Alcocer -hermano del financiero- Alberto Cortina y el modista Adolfo Domínguez. Este último manifestó anoche a este diario su sorpresa por esta citación "ya que nunca he tenido ni tendré la más mínima relación con narcotraficantes". La lista incluye también los nombres de numerosos policías que tuvieron implicación en la lucha contra el tráfico de drogas.

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