CC OO limita la movilización a asambleas y manifestaciones

El Consejo Confederal de Comisiones Obreras decidió ayer, tras la ruptura del pacto por el empleo producida en la noche del lunes, promover movilizaciones. Las protestas se limitarán por el momento a una campaña entre los afiliados, asambleas en grandes centros de trabajo y manifestaciones. Esta propuesta, presentada por Antonio Gutiérrez, obtuvo 98 votos a favor, 17 en contra y 3 abstenciones. La mayoría del sindicato rechazó las propuestas de convocar huelgas y paros, presentadas por Alfredo Clemente (secretario general de Barcelona) y otros dirigentes pertenecientes al sector de Julio Anguita en IU. En concreto, la esgrimida por el secretario de acción sindical, Agustín Moreno, obtuvo 16 votos a favor, 86 en contra y 11 abstenciones.

Con esas movilizaciones, el sindicato pretende reclamar al Gobierno que cambie sus propuestas de revalorización de pensiones, recorte del desempleo, congelación salarial para los funcionarios e incentivos fiscales a las empresas. Las discrepancias de los sindicatos en todos esos puntos han sido precisamente las que han provocado que UGT y CC OO hayan decidido "cancelar" el pacto por el empleo.

El ministro de Trabajo, José Antonio Griñán, reiteró ayer su confianza en que los sindicatos se reincorporen pronto a la negociación del pacto social. "Una semana de reflexión es un plazo razonable para todos", comentó.

Causas de la ruptura

El líder de CC OO, Antonio Gutiérrez, explicó ayer ante el consejo del sindicato las razones de la ruptura. Gutiérrez afirmó que Ias posiciones del Gobierno no permiten hablar de un pacto global por el empleo" y citó la negativa del Ejecutivo a hablar de "iniciativas para el relanzamiento económico y la falta de equidad en los sacrificios que pide a trabajadores, parados, pensionistas y empresarios".

Además afirmó que "el Gobierno ha ido a la mesa con posiciones inamovibles", mientras que, a su juicio, en la negociación del pacto político con los partidos nacionalistas, el Ejecutivo ha sido más flexible.

Esos desacuerdos no van a impedir que el sindicato siga negociando el pacto de rentas y la reforma del mercado de trabajo, aunque "con pocas esperanzas de llegar a buen término" y van a combinar las protestas con las negociaciones sin llegar a una confrontación frontal con el Gobierno. Las movilizaciones decididas son prudentes y varios dirigentes, entre ellos Emilio Huertas (secretario general de Asturías), argumentaron que la crisis y la incertidumbre que sufren los trabajadores no aconsejan promover otro tipo de protestas.

Marcelino Camacho, presidente del sindicato y anterior secretario general, protagonizó buena parte del Consejo Confederal. Diversos dirigentes del sindicato le dirigieron críticas y las más duras las vertieron José Luis López Bulla (secretario general de Cataluña), Simón Rosado (secretario del metal de Cataluña), José Manuel de la Parra, máximo responsable confederal de organización, y Emilio Huertas. Entre otras cosas dijeron que Camacho está "sembrando desconfianza" hacia la actual ejecutiva, intenta "enfrentar a las bases con la dirección" y siembra "la discordia" con UGT.

El detonante para esas críticas han sido las declaraciones realizadas por Camacho el pasado fin de semana, en las que aseguraba que "el Gobierno está chantajeando a los sindicatos en el pacto social, sobre todo a UGT, por los problemas con la PSV [cooperativa de viviendas]". También informó de "reuniones secretas" de los líderes sindicales con Narcís Serra.