Cierra la única empresa española que reciclaba aceite
La atmósfera y los ríos de España están de enhoramala. En estos momentos no hay en todo el país ninguna empresa que regenere el aceite usado. Los 110 trabajadores de la única fábrica que lo hacía, Ulibarri-Piqsa, firmaron el pasado viernes un expediente de regulación total de sus contratos. Incineraciones en cementeras o, lo que es peor, vertidos incontrolados serán ahora el destino, según los expertos ecologistas, para un producto que no se degrada jamás.
Ulibarri, con capacidad para poner en el mercado 40.000 toneladas al año de aceite reciclado, se declaró en suspensión de pagos en septiembre de 1991 y sus actividades están totalmente paralizadas desde hace cuatro meses.En España se generan 250.000 toneladas al año de aceite usado. Según Juan López de Uralde, portavoz de Greenpeace en cuestiones de contaminación y productos tóxicos, la incineración del aceite en cementeras no es un método adecuado para un producto considerado altamente contaminante y peligroso para el ser humano y para el medio ambiente.
"La combustión", explica, "por muy completa que sea, nunca llega al 100% de eficacia, y lo único que conseguimos es eliminar un problema visual. No vemos una balsa de aceite, pero el problema se ha trasladado a la atmósfera".
"Siempre que se haga con un perfecto control de todos los procesos, lo mejor es el reciclaje", afirma el experto, "y desde luego, lo peor es el vertido incontrolado en el campo o en las redes de alcantarillado, bastante frecuente".
Todas esas disquisiciones ecológicas surgieron también durante las negociaciones entre los trabajadores y la dirección de la fábrica.
Desde el pasado 16 de septiembre, una asamblea permanente constituida por más de la tercera parte de los trabajadores mantenía un encierro en la fábrica que la empresa tiene en Arganda del Rey (26.500 habitantes).
15 días de tensiones
Tras 15 días de tensiones, la inexistencia de un plan de viabilidad por parte de Arvelis, la sociedad propietaria de la refinería, y las dificultades para poder cobrar una paga extra y las nóminas de los dos últimos meses han desembocado en este acuerdo, que significa el cierre de la empresa.
En el comunicado hecho público ayer por los trabajadores se afirma que el cansancio acumulado y las coacciones recibidas también habían influido para que se llegase a la firma de un acuerdo que les permite pasar a depender del fondo de garantía salarial (Fogasa).PASA A LA PÁGINA 4
Los dueños dicen que si consiguen reflotar la empresa volverán a reciclar aceite
VIENE DE LA PÁGINA 1Para Miguel Ángel Asenjo, ayudante de laboratorio, "la firma del acuerdo significa el cierre definitivo de la fábrica", a pesar le que, según los propios trabajadores, Salvador Lázaro, uno le los actuales propietarios de Arvelis, les ha expresado en reiteradas ocasiones que sus únicas intenciones eran reflotar la empresa
Este periódico intentó ayer sin éxito conocer la opinión de Salvador Lázaro así como la de los anteriores propietarios de Ulibarri, Donato de la Peña y Fernando Sanz.
"Para reflotar la empresa será necesaria una reducción de plantilla que afectará a la mitad de los trabajadores", matizaba hace una semana su propio ahogado, Agustín Pinel.
El letrado afirmó también que ya se estaban buscando fuentes de financiación y se habían iniciado los trámites para reclamar a Obras Públicas (MOPT) los más de 600 millones de pesetas que faltan para completar los pagos de las subvenciones de los últimos tres años.
La empresa, fundada en 1963, formó parte del monopolio de Campsa durante muchos años y siempre gozó de subvenciones de la Administración. Pero este año se suspendieron todas sus subvenciones debido a ciertas irregularidades en el pago de las cuotas de la Seguridad Social y a la suspensión de pagos que anunció la refinería hace dos años.
No contentos con el acuerdo alcanzado, una veintena de trabajadores "dispuestos a llegar hasta el final" permanecían ayer encerrados en los locales de la refinería para conseguir de la Comunidad de Madrid, a través de la Agencia de Medio Ambiente "su intervención total en la regeneración de aceites usados". Según Juan Manuel Cascón, portavoz de los trabajadores, en la próxima semana mantendrán una reunión con el consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, José Luis Fernández Noriega, en la que pedirán "la aclaración de las irregularidades cometidas durante los últimos cuatro meses por los antiguos y nuevos gestores de la empresa".
Los trabajadores alegan además que en ningún momento se les ha mostrado el documento que demuestre que la venta de la sociedad se hubiera materializado completamente.
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