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Con el arte al aire

80 artistas de toda España montan una galería callejera en Madrid

La maruja, el funcionario, el cantante rociero, la modista, el artesano; así, hasta llegar a 80 artistas que no consiguen colgar sus cuadros en galerías o salas de arte. Son los que durante este fin de semana exponen sus obras en la Segunda Feria Madrileña de Dibujo y Pintura, organizada por la Asociación de Pintores de Taller Abierto, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid. Necesitan vender sus cuadros: ninguno supera las 90.000 pesetas.

Paula Robles es la más veterana de todos. Dice que pinta de toda la vida y que si hubiera tenido más dinero habría llegado a ser una gran artista. "Cuando empecé tenía que fabricarme los pinceles utilizando mi propio pelo", cuenta esta mujer que se autodefine como maruja. Intenta vender sus cuadros a 25.000 pesetas, "aunque cuando dices el precio a todo el mundo le parece carísimo. Luego vas a las galerías y ¡fijate qué precios tienen!", protesta.Como soporte de los cuadros, el Ayuntamiento ha proporcionado unos paneles, que son los mismos que se usan para colgar las listas en las elecciones. El fuerte vendaval del viernes los tiró al suelo y hubo que volver a organizar todo otra vez.

"Lo que de verdad necesitamos es más promoción", dice Dolores Llorente, presidenta de la asociación organizadora Pepa Changarine está de acuerdo: "Todo el mundo sabe que existe el rastro y donde está; en cambio, esto lo conoce muy poca gente", comenta.

Pablo Hidalgo debuta este fin de semana como pintor. Tiene los cuatro únicos cuadros que ha pintado hasta ahora colgados en la plaza. "No tengo ni idea de lo que valen mis cuadros", dice, la verdad es que no quiero venderlos", reconoce. No a todo el mundo le pasa lo mismo que a Hidalgo. Jesús Rúa cuenta que llega un momento en que lo único que importa es sacarle rendimiento al arte. La necesidad de vender es, según la mayoría, lo que explica que casi todas las obras sean de un estilo muy realista. "Todos los que traían pintura abstracta se han tenido que retirar, aquí la pintura de vanguardia no tiene nada que hacer", dice Rúa. Por eso Dino Vega ha optado por hacer acuarelas de barcos, casas con jardines y retratos para vender en la calle. "Eso es lo que me permite vivir", dice.

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