Entre el alcohol y la 'desorientación'

Xabier Galparsoro Golmayo, Anuk o Txato, había nacido hace 26 años en la localidad guipuzcoana de Zumaia y había pasado dos años y medio refugiado en Francia antes de que la dirección de ETA le encargara este año la reconstrucción del comando Araba. Fuentes oficiales del Gobierno vasco señalaron que Galparsoro, durante los últimos meses, bebía habitualmente y que mientras estuvo en Vitoria para reorganizar el comando conviviendo con una mujer llegaba a casa "en muchas ocasiones con varias copas de más". Según la versión oficial, la propia mujer ante lo "inaguantable de la situación" cambió la cerradura para echarlo definitivamente.La médico del Ayuntamiento de Durango (Vizcaya), que le reconoció tras ser detenido por la Policía Municipal ha ratificado ante el juez que Anuk se encontraba, "ligeramente bebido" y que se "tambaleó al ser auscultado".

Desde el mundo abertzale se intenta presentar este comportamiento "desorientado" del liberado de ETA como consecuencia del intento de la policía de manipularlo, drogarlo y utilizarlo para llegar a la dirección de la banda.

Esta versión se apoyaría en la presunta detención practicada por la Ertzaintza (policía autonómica) el 29 de agosto pasado. El testimonio del policía nacional instructor del arresto abunda en esa tesis.

El agente afirmó ante el juez que Galparsoro le dijo que no tenía carné porque "se lo habían quitado los cipayos [alusión a los policías autonómicos] cuando le llevaron al monte" tras la detención en Llodio (Álava).

Antes de refugiarse en el país vecino, el activista etarra trabajó en el gabinete de prensa de Herri Batasuna. Algunos periodistas que conocieron a Anuk en esa época coinciden en resaltar que Galparsoro era una persona de "pocas luces" y con síndrome de persecución policial permanente.