Los traficantes de Marbella preparaban la venta de radares rusos a Irán
La red internacional de tráfico de armas desmantelada esta semana en Marbella (Málaga) preparaba la venta de radares de cazas Mig rusos a Irán, según fuentes policiales. La operación, que ha sido frustrada, preveía la adquisición de estos avanzadas sistemas en Alemania y su envío a Teherán, que previsiblemente proyectaba equipar con ellos los cazas de fabricación soviética capturados a Irak durante la guerra del Golfo.
Esta operación era, aparentemente, la más importante de las que negociaban los tres traficantes detenidos -dos ciudadanos austriacos, Robert Breiner y Peter Rohacek, y un danés de orígen iraní, Parviz Sigurdsson- el pasado día 28 en la Costa del Sol, ya que implicaba el trasvase de tecnología muy avanzada, capaz de multiplicar la eficacia de los aviones de guerra, a un país potencialmente conflictivo.Más espectacular resultaba, sin embargo, el transporte de carros de combate rusos en aviones de la misma nacionalidad camuflados con las siglas y colores de la ONU. El destino último del cargamento de tanques era oficialmente Albania, pero la policía sospecha que en realidad el material se dirigía a alguna de las facciones enfrentada en la guerra de la antigua Yugoslavia.
El conflicto de Bosnia era también, como ya se ha difundido, el destino de una partida de pistolas, fusiles y munición de fabricación checa adquirida oficialmente por Panamá. La comprobación de que el certificado de último destino era falso originó a finales de julio la destitución de la vicecónsul de Panamá en Barcelona, Victoria Uribe.
Según fuentes policiales españolas, la difusión de este dato por la prensa panameña supuso un importante contratiempo para la investigación, ya que puso a los traficantes sobre aviso de unas pesquisas que se desarrollaban desde principios de año y que no estaban todavía concluidas. La policía esperaba, por ejemplo, a que un buque con armas destinadas a un país africano en guerra atravesara aguas territoriales españolas para procede a su incautación, pero tuvo que renunciar a ello al descubrir que los traficantes estaban empezando a trasladar importantes cantidades de dinero a Suiza.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.