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Serra pide a la sociedad que se rebele contra quienes defraudan a Hacienda y cobran ilegalmente el paro

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, afirmó ayer, en el primer mitin de la campaña socialista ante las elecciones autonómicas gallegas, que tanto el fraude fiscal como el relacionado con el cobro indebido de las prestaciones por desempleo "son un robo y una estafa a todos los españoles". Serra anunció que el Gobierno aprobará próximamente medidas concretas para combatir esos fraudes y pidió a los ciudadanos que se movilicen contra quienes incumplen sus obligaciones con Hacienda y se aprovechan indebidamente de los mecanismos de solidaridad. Sólo de ese modo, advirtió, será posible garantizar la financiación de las ayudas a quienes realmente lo necesitan.El vicepresidente del Gobierno pidió, ante un auditorio de unas 1.600 personas reunidas en un polideportivo de Lugo, que nadie utilice cartillas de pensionista sin serlo, para adquirir recetas a más bajo precio. En tono de indignación señaló que mientras los Presupuestos del Estado para 1993 preveían 40.000 millones de pesetas en prestaciones por invalidez provisional, en lo que va de año el Estado ya ha tenido que desembolsar 80.000 millones. "¿Alguien puede creer que se ha duplicado el número de inválidos en un año?", se interrogó. "Estos fraudes", exclamó, "son un robo y una estafa a todos los españoles, y vamos a seguir persiguiéndolos. Pero en una situación de crisis como ésta es especialmente necesario que la sociedad se movilice contra quienes mantienen esas conductas".

Serra aseguró que el objetivo prioritario del Gobierno es salir de la crisis económica y volver a crear empleo, como sucedió en el periodo comprendido entre 1986 y 1991. Pero España sólo saldrá de la crisis, enfatizó, si "todos trabajamos más y mejor". A los socialistas no les temblará la mano, dijo, para tomar las decisiones que sean necesarias para crear empleo.

A este respecto resaltó el acercamiento entre empresarios, sindicatos y Gobierno sobre el sistema de cálculo para la subida anual de las pensiones y la introducción de garantías para que perciban las prestaciones por desempleo quienes realmente se encuentran sin trabajo. Serra combinó el anuncio de que si no hay pacto social, el Gobierno tomará, en todo caso las medidas que considere imprescindibles y una expresión de confianza en que la negociación continúe para intentar un acuerdo sobre política de rentas y la reforma del mercado de trabajo.

Voluntad de diálogo

Serra pidió paciencia en relación con las conversaciones del Gobierno con los nacionalistas vascos y catalanes, para garantizar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 1994. A su juicio, el resultado de las últimas elecciones legislativas exige al Gobierno actuar con la voluntad de diálogoy de pacto que los votantes le reclamaron. "Porque estamos trabajando para conseguir pactos se nos acusa de retrasar decisiones, pero esos mismos nos acusarían de prepontentes si las decisiones ya las hubiéramos tornado", ironizó.Antes de expresar su pleno apoyo e identificación con las propuestas y la estrategia del también renovador Antolín Sánchez Presedo, candidato a la presidencia de la Xunta, Serra quiso asegurar a su auditorio que los pensionistas no perderán poder. adquisitivo en 1994.

Por su parte, Sánchez Presedo pidió en su primer mitin de la campana que los gallegos apuesten por un Gobierno "que no siga siendo un freno a la reactivación económica de Galicia". El líder del PSOE de Galicia recriminó a Fraga su caudillismo y señaló que, a diferencia del líder de los populares, "que es un candidato contra todos", él aspira a contar con el respaldo al "entendimiento con todos los gallegos".

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