El PSOE de Sevilla afronta una etapa de incertidumbre tras la elección de Carmen Hermosín' como secretaria

El PSOE de Sevilla afronta a partir de hoy una etapa de incertidumbre tras la elección como secretaria general de Carmen Hermosin, que obtuvo, en votación individual y secreta, el 58,8% de los votos de los 343 delegados al congreso extraordinario, frente al sorprendente 30,3% de la lista de Emilio Carrillo. Se abstuvo un 10,7% de los compromisarios, pertenecientes al sector guerrista ortodoxo. En un debate tenso, ambas candidaturas pugnaron por la etiqueta renovadora

Portavoces de las distintas familias del socialismo sevillano reconocieron en privado que la agrupación de Sevilla se vería abocada a una nueva crisis al menor traspiés. De hecho, el resultado obtenido por Carmen Hermosín cayó como un jarro de agua fría entre los dirigentes de la nueva mayoría, ya que esperaban obtener más del 60% de los votos.Ningún dirigente quería ser el primero en hablar de fracaso del congreso del PSOE de Sevilla, pero todos ellos admitían en privado la precariedad del acuerdo alcanzado entre los sectores guerrista y renovador que auspiciaba la candidatura de Carmen Hermosín, como secretaria general, y Manuel Fernández, como presidente. El ex presidente andaluz José Rodríguez de a Borbolla, en línea con la lista alternativa, fue de los únicos que apuntó "un cierre en falso de la crisis".

Otro destacado portavoz alineado con el sector aperturista aseguró que si los miembros de la ejecutiva no actuaban con lealtad y generosidad" el acuerdo de guerristas y renovadores se vería abocado al fracaso a la primera de cambio; mientras que los guerristas más ortodoxos dudaban abiertamente de que se hubiera conseguido la estabilidad. "Esto es un espectáculo",afirmó uno de ellos.

Los miembros de la lista encabezada por Emilio Carrillo y los de la lista mayoritaria pugnaron durante todo el congreso por Aparecer como máximos defensores del proceso de renovación en el PSOE apadrinado por Felipe González. Esta lucha se plasmó en el tenso debate que mantuvieron el crítico y nuevo vicesecretario general, José Caballos, y el diputado Alfonso Lazo, impulsor de la candidatura de Carrillo. Caballos acusó a los llamados carrilleros de "vender burras baratas" y de "meter mercancía de contrabando" en el debate sobre la renovación, al proponer reformas estatutarias que implicaban un nuevo modelo de partido y la modificación de los estatutos federales del PSOE.

Este dirigente se refería en concreto a la propuesta de los renovadores para que se aprobara la incompatibilidad de cargos públicos y orgánicos en una misma persona. Caballos acusó a Lazo de actuar con la fe del converso" y de haber sido "un furibundo guerrista" y ahora un furibundo felipista".