Jabulátov cree que puede acabar en la cárcel o asesinado

Ruslán Jasbulátov, el jefe del Parlamento, ha decidido poner buena cara al mal tiempo. Sonriente y distendido, ayer coqueteó durante más de una hora con la prensa, representando el papel que se ha impuesto: el de dirigente legítimo del país qw vencerá a Borís Yeltsin, "ese enfermo que ha concentrado todo el poder en sus manos". Sin embargo, detrás de los gestos teatrales se puede ver que Jasbulátov está viviendo una tragedia: la Casa Blanca (sede del Parlamento), el barco que capitanea, está haciendo agua y pronto comenzará a hundirse. Incluso ha expresado su temor de que pueda acabar en la cárcel o asesinado por su oposición a Yeltsin.Lo que ha sucedido en Rusia es "un clásico golpe de Estado" en el que una persona toma todo el poder en sus manos, introduce la censura, desconecta los teléfonos y dicta medidas contra el Parlamento", dijo Jasbulátov. Yeltsin, según Jasbulátov, es incapaz de gobernar y de realizar las reformas porque no ve los problemas reales y "hace más de un año que vive en un mundo deilusiones". Yeltsin "es una persona acabada" que con sus acciones "completamente absurdas" se ha "desacreditado" y ha "cubierto al país de vergüenza". Pero en sus palabras no había convencimiento y daba la impresión de que es él quien ahora vive en un mundo imaginario, enclaustrado en el laberíntico edificio del Parlamento, literalmente aislado del mundo exterior y con la amenaza de quedarse en cualquier minuto sin luz, agua ni calefacción.

El barco que capitanea Jasbulátov ya tiene sus vías de agua.

Entre los diputados que trabajaban de forma permanente en el Parlamento está cundiendo el pánico. Sobre ellos pendía la amenaza de quedarse en la calle sin medios de subsistencia. Por ego, los duros temen que ahora que Yeltsin ha firmado un decreto por el que garantiza a los diputados destituidos un sueldo o compensación, muchos recogerán sus papeles y abandonarán la Casa Blanca. Además de los duros y de los preocupados en salvar el pellejo, hay otro grupo de diputados que se inclina por alguna forma de compromiso.