Guerra de tarifas en la televisión mexicana por la llegada de un canal

El recién privatizado Canal 13 de la televisión de México acaba de lanzar una agresiva campaña publicitaria en la prensa de este país que, además de sorprendente, es inaudita. Lo que persigue el 13, también conocido como Televisión Azteca, es nada menos que anunciantes, y para lograrlos ofrece un 75% de descuento en sus tradicionales tarifas. Un anuncio comercial de 20 segundos visto en todo el país cuesta con este ajuste poco más de 800 dólares (unas 105.000 pesetas).El Canal 13 lo compró en julio al Gobierno, por 645 millones de dólares, el joven empresario de electrodomésticos Ricardo Salinas Pliego. El riesgo era doble: por un lado, afrontar los problemas de personal y de finanzas de una empresa hasta ese momento protegida por el Gobierno, y por otro, iniciar por primera vez la competencia televisiva en este país, donde el monopolio lo ostentaba Televisa, el poderoso grupo de comunicación que controla el multimillonario Emilio Azcárraga.

No sólo se encontró Salinas Pliego con la caja vacía de su nueva empresa, sino con que Televisa, que controla en régimen de concesión los cuatro canales de mayor audiencia del país, se había asegurado con contratos de exclusividad a todos los grandes anunciantes de México, con excepción de los organismos oficiales dependientes del Gobierno.

El nuevo empresario televisivo no ha dado su brazo a torcer y ha iniciado una guerra de tarifas en la televisión mexicana al considerar que las que existían hasta ahora son prohibitivas, en alusión a Televisa. Además del 75% de descuento y la posibilidad de que el anunciante pague a plazos, en su alternativa la Televisión Azteca anima a incorporarse al medio televisivo a sectores hasta ahora raramente identificados con la imagen publicitaria, como son los casos de las funerarias y los hospitales, entre otros.