El plan de paz de Bosnia incluye una salida al mar para los serbios
Las esperanzas de un acuerdo de paz en Bosnia-Herzegovina sufrieron ayer nuevos reveses. Por enésima vez, las partes contendientes demostraron que las conclusiones de sus reuniones dejan de ser válidas nada más finalizar y que todos los implicados, incluidos los mediadores, otorgan diferentes sentidos a ciertos términos y conceptos. No obstante, los serbios aseguraron ayer que el plan de paz incluye también una salida al mar Adriático para su territorio, cerca del puerto croata de Dubrovnik. Esta concesión de los croatas facilitaría la firma de un acuerdo.
La salida al mar de los serbios se suma al logro de los musulmanes para contar con una franja del litoral adriático para su futuro Estado y a la concesión del uso del puerto croata de Ploce durante 99 años.El mediador David Owen aseguró que las tres partes contendientes habían llegado a un acuerdo, que la paz "esta más cerca que nunca" y que el presidente bosnio Alia lzetbegovic tan sólo iba a presentar el lunes próximo el nuevo plan a su Parlamento para su posterior firma, probablemente el miércoles en Ginebra.
Izetbegovic, sin embargo, declaró nada más llegar a Sarajevo que no podía recomendar este nuevo plan y reclamó la devolución de algunas ciudades de mayoría musulmana "limpiadas" por las fuerzas serbias a principios de la guerra en Bosnia en 1992, tales como Foca, a orillas del Drina, y Prijedor, en el norte de la república. Estas dos ciudades, escenarios de grandes matanzas de musulmanes a manos de fuerzas paramilitares serbia están hoy habitadas exclusivamente por refugiados serbios llevados por las autoridades de la autoproclamada república serbia de Bosnia.
Horas después de que el ministro de Asuntos Exteriores bosnio, Haris SilaJdzic, manifestara que croatas y bosnios habían llegado a un acuerdo para la concesión de un acceso al mar Adriático al Estado de mayoría musulmana, el Gobierno croata declaraba todo lo contrario."Espacio étnico croata"
Un comunicado del Ejecutivo de Zagreb asegura que la parte bosnia de mayoría musulmana "expone exigencias imposibles para impedir que se pueda firmar el acuerdo". Según afirma la nota, las reivindicaciones del Gobierno bosnio "revelan aspiraciones territoriales por una zona que siempre ha sido parte del espacio étnico croata y donde nunca vivieron musulmanes". El Gobierno croata ha comenzado a utilizar unos términos, como este de "espacio étnico" que podrían volverse radicalmente en su contra a la hora de exigir la reimposición de su soberanía en los territorios de su Estado hoy ocupados por fuerzas serbias.
Mientras, la guerra continuaba ayer con toda virulencia en Bosnia central y el comandante del Ejército bosnio, de mayoría musulmana, en esta región, Arif Pasalic, advertía que sus tropas continuarán con su lucha, que está cosechando grandes éxitos militares, sea cual sea el resultado de las negociaciones políticas. En Belgrado, el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, manifestaba en una entrevista que "la paz está cerca" y continuaba su "ofensiva pacifista" en favor del levantamiento de las sanciones.
El mediador Thorvald Stoltenberg ha prometido a Milosevic el levantamiento de las sanciones después de la firma de este acuerdo. Stoltenberg comprometió su palabra a instancias del presidente francés, François Mitterrand. El mandatario francés parece haberse convertido en uno de los grandes adalides del levantamiento de las sanciones a Serbia, una vez firmada la paz.
El mediador David Oweri manifestó ayer en Bruselas, tras entrevistarse con los mandos de la OTAN, que si se consigue pactar un acuerdo se enviará una fuerza de paz "creíble". El número de cascos azules que se desplegaría en Bosnia-Herzegovina se elevaría a 50.000 hombres, si bien Owen subrayó que una parte de este contingente podría retirarse al cabo de seis meses.
Ayer en Belgrado la revista Vreme, la única independiente del régimen aún publicada y leída por una minoría urbana, denunció la desaparición de Dusan Reljic, redactor de la misma. Antiguo corresponsal de Tanjug en Bonn, Reljic salió de su casa el martes por la mañana y no ha vuelto a ser visto.
Por otra parte, el grueso de la Agrupación Madrid, integrado por 600 paracaidistas, llegó ayer al puerto croata de Split para relevar a la Agrupación Canarias.
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