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La Comisión rechaza discutir un nuevo mandato de negociación. del acuerdo agrícola con EE UU

El acuerdo agrícola entre la CE y Estados Unidos, impugnado duramente por Francia desde que se firmó en noviembre de 1992, proporcionó ayer una de las nochesblancas del Consejo de Ministros de la CE, a la que son tan aficionados los Doce, principalmente en épocas en que la recesión radicaliza divergencias. Francia deseaba arrancar del Consejo un nuevo mandato de negociación para que la Comisión discuta de nuevo con EE UU, mientras que el comisario de Comercio Exterior, Leon Brittan, rechazaba de plano cualquier instrucción detallada para debatir con una Administración que ya ha cerrado toda posibilidad de reformar el acuerdo.

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Kohl y Mitterrand intentaron acercar posturas en una reunión de media hora celebrada en París

Después de medianoche, el Consejo de Ministros jumbo (Exteriores, Comercio y Agricultura) se hallaba todavía reunido sin rumbo fijo ni perspectiva de un acuerdo inmediato.."La Comisión rechaza las sugerencias y recusa la idea de recibir un mandato de negociación precisa por parte del Consejo", aseguró a medianoche un portavoz del gobierno francés en tono amargo. Francia se hallaba de nuevo aislada esta madrugada, levemente aliviada por el, apoyo proporcionado por el gobierno alemán. España consiguió lo que se proponía, y era que los Doce recogieran su legítima preocupación" por la situación en que quedan los productos mediterráneos, que no han sido objeto de una reforma de las organizaciones de mercado y pueden sufrir serios perjuicios, si no se remedia a tiempo, en caso de un acuerdo en el GATT. La delegación española, por lo demás, parecía desentenderse bastante de lo que pudiera suceder con la atormentada agricultura del país vecino.

Fuentes francesas insistían en señalar que el eje franco-alemán había funcionado de nuevo, alrededor del consenso sobre un documento de conclusiones que da "nuevas orientaciones" a la Comisión Europea para seguir negociando el acuerdo de Blair House con Washington. Otras fuentes reconocían, sin, embargo, que Alemania ha apoyado a Francia ejerciendo un papel de mediador u hombre bueno, pero que no se puede hablar de documento franco-alemán.

Cláusula de paz

Francia quiere garantizar una prolongación de la cláusula de paz, introducir la cláusula de salvaguardia, limitar la entrada de glúten de maíz norteamericano, introducir el debate sobre la contabilización de los stocks agrarios, asegurar la participación de las exportaciones europeas en una hipotética expansión del mercado mundial y cambiar el ritmo de aplicación del recorte en el 21% de las exportaciones subvencionadas en seis años.

Brittan calificó la propuesta como "insultante" para los norteamericanos y aseguró que se estaba intentando dar un nuevo mandato de negociación a la Comisión para abrir de nuevo la negociación agrícola. Tal eventualidad fue descartada totalmente por el comisario de Comercio, que recibió distintos apoyos, notablemente el británico.

El presidente Clinton ha recordado como mínimo dos veces en los últimos quince días que el acuerdo agrícola no puede ser revisado, por lo que la Comisión Europea sólo está dispuesta a seguir hablando de la cuestión si se admiten las fórmulas matizadas que hablan de nuevas interpretaciones o explicaciones a un acuerdo ya cerrado. El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, aseguró en cambio que "es inaceptable el rechazo sistemático por parte de la Comisión a aceptar un mandato preciso".

La base de un acuerdo que recoja las preocupaciones francesas debe, según la Comisión, mantener el actual mandato de negociación de la Comisión en el marco del GATT y no puede modificar el calendario de negociación, que tiene su fecha tope en el mandato autorizado por el Congreso norteamericano a la Administración de Bill Clinton para cerrar acuerdos de urgencia. Este mandato termina el 15 de diciembre.

Tanto la Comisión como la presidencia belga consideran, además, que debe evitarse a toda costa llegar a cualquier votación que divida a los Doce y que signifique directa o indirectamente refrendar el acuerdo agrario en la actual fase de crispación en torno a la posición francesa. París no deberá así utilizar el derecho de veto tantas veces invocado a lo largo de estas complejas negociaciones.

La larga sesión del Consejo de Ministros empezó a las tres de la tarde, simultáneamente a un encuentro en París entre el presidente francés, François Mitterrand, y el canciller-alemán, Helmut Kohl, que despertó numerosas expectativas y especulaciones sobre la eventualidad de una nueva iniciativa del habitual eje París-Bonn.

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