Bazán no es eso
Inicialmente he de decirle a don Eladio Muñiz Fernández que el artículo aparecido en la sección de Economía del 7 de agosto en este diario no hace un análisis real y exhaustivo de la situación. Las condiciones generales, entre las que discurre dicha información, no muestran lo que podríamos llamar en un lenguaje coloquial los entresijos de las distintas fases por las que discurrió la adjudicación de este contrato y su posterior renuncia por parte de la dirección de la factoría a continuar los trabajos que ya se habían iniciado algunos días antes.El sistema por el cual parece fue adjudicada la obra a la Empresa Nacional Bazán, a mi entender, obedece a algún tipo de presión política por parte de algún organismo oficial, lo que obligó a que GE, que ya había adjudicado la obra a una empresa privada, impusiera a la misma la subcontratación de los trabajos a la EN Bazán. En este orden de cosas, los responsables a. pie de obra de la compañía contratista impusieron a los técnicos de Bazán unas condiciones efectivas de trabajo físico del todo fuera de cualquier actividad normal, y, aun así, he de decirle que no fueron 100 personas las que se negaron, sino un número más reducido. La negativa por parte de los mismos a efectuar un trabajo fuera del marco legal pactado entre empresas y trabajadores, es tan legítima como la negativa por parte de la dirección a continuar unos trabajos que le resultaban altamente deficitarios.
Nosotros, en Bazán, llevamos muchas décadas dedicados a la construcción naval, en general, y a la naval militar con total dedicación; debido a la crisis estamos abriendo nuestros productos a otros sectores de la industria nacional e internacional, con el consiguiente esfuerzo mentalizador que esto supone; la inmensa mayoría de mis compañeros, desde el director hasta el último operario, es consciente de la situación en la que vivimos, y, por ello, cada uno en su parcela, ha luchado y luchará por el futuro de esta empresa; por eso no nos juzgue a la ligera, estoy convencido que tanto usted como nosotros perseguimos el mismo fin, no despreciamos a la sociedad, muy al contrario, pretendemos mejorarla y que esos miles de técnicos que podrían haber hecho este trabajo lo hagan en unas condiciones mínimamente dignas y asumiendo los riesgos intrínsecos a cualquier actividad laboral.
Por tanto no son los horarios, ni el cierre en periodo vacacional o cualquier otro argumento semejante, son, a mi juicio, situaciones transitorias de adaptación a momentos concretos, que ya hemos resuelto.-
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