Guerra insiste en un acercamiento a IU y reclama al PSOE una política de izquierdas

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, admitió anoche la necesidad de negociar con los partidos nacionalistas una mayoría estable en el Parlamento, pero sin que eso suponga que "ninguna región pueda ser capaz de arrancar privilegios sobre otras", y sin renunciar a alcanzar un posible entendimiento con Izquierda Unida. Guerra, en un mitin en Pola de Siero (Asturias), sostuvo la necesidad de aplicar una política "consecuente con el voto de izquierda", recibido por el PSOE en las últimas elecciones. "Que nadie pueda decir que su voto no era para esto".

Guera participó por la mañana en la concentración anual de los socialistas asturianos en torno al pozo Funeres, donde fueron arrojados y dinamitados 22 socialistas asesinados por la Guardia Civil, en 1948.

La solidaridad interregional, la necesidad de mantener una política "progresista y de izquierdas" y el acercamiento a IU y a los sindicatos fueron los ejes básicos de la intervención de Guerra. Éste afirmó que, en las elecciones del 6 de junio, el PSOE venció "haciendo una llamada a la conciencia progresista y de izquierdas de personas que, de ese modo", dijo, "volvieron a votamos. No podemos decepcionar ahora a esos votantes. Que nadie pueda decir que su voto no era para esto".

Una sola solidaridad

El vicesecretario del PSOE afirmó que el IU tenía "teóricamente" que estar apoyando al PSOE con sus 18 diputados, "pero mantiene una posición que hace difícil la posibilidad de alcanzar un acuerdo progresista. No hay que renunciar a ese esfuerzo, y tenemos que seguir tratando de llevar a IU a la senda de la racionalidad".El diálogo con los nacionalistas, señaló, "no debe romper el esquema de un sólo Estado, un sólo país y una sola solidaridad. Que ninguna región pueda ser capaz de arrancar privilegios sobre otras". Guerra subrayó la "importancia de mantener las cuatro letras del PSOE", también la O de obrero para que siga siendo "un partido de trabajadores, de los que no son parásitos", y la E de español porque PSOE debe ser "una sola organización y no una federación de partidos".

El número dos del PSOE confesó su esperanza de que se pueda alcanzar un acuerdo con "el sindicato hermano UGT", y con CC OO, en los que apreció una nueva actitud y la asunción del "sentido de la responsabilidad", con su disposición a sacrificarse "si los demás también se sacrifican, limitando sus beneficios para crear empleo". La lucha contra el paro es prioritaria, como lo es, dijo, mantener el Estado del bienestar, la protección social de los más débiles y las conquistas sociales de los trabajadores, pero también lo es, señaló, la lucha contra la inflación, que es, en su opinión, una tarea progresista porque son los pobres quienes más la padecen.

El dirigente socialista defendió la libertad de expresión interna en el partido, pero también la disciplina.