La Generalitat se alinea con las eléctricas catalanas en la polémica sobre el apagón

El director general de Energía de la Generalitat, Pere Segarra, optó ayer por atribuir el apagón que afectó el pasado día 24 a la mayor parte de Cataluña tanto al incendio de un transformador de Fecsa al caerle un rayo como a la estructura con que funcionaba la red básica de alta tensión. Esta posición, que recoge sobre todo la postura de las compañías distribuidoras catanas, la adoptó tras una tensa reunión de cuatro horas que mantuvo con representantes de éstas y de Red Eléctrica de España (REE), en la que cada parte presentó su propio informe.

En su relato de los hechos, la Generalitat recoge inicialmente la cadena de acontecimientos que se desarrollaron en la estación transformadora y sobre los que todas las partes están de acuerdo: un rayo caído sobre la instalación de la vía Meridiana de Barcelona acabó provocando un incendio y un cortocircuito que no pudo ser aislado de la red básica de alta tensión al fallar las protecciones del transformador. Inmediatamente después tuvieron que parar por razones de seguridad las centrales de producción, básicamente las tres nucleares de Tarragona.Es en el siguiente párrafo en el que recoge en mayor medida la posición de las compañías distribuidoras -Enher, Fecsa e Hidroeléctrica de Cataluña-, que achacan parte de la responsabilidad del apagón a la red eléctrica, por considerar que se hallaba debilitada porque dos líneas de alta tensión se hallaban desconectadas por obras. "Teniendo en cuenta", señala la nota, "la estructura de producción del momento y la situación de las interconexiones, propia del mes de agosto en que se realizan trabajos de mantenimiento, el sistema catalán se quedó sin suministro".

Red Eléctrica de España (REE) también difundió anoche un comunicado en el que desde el principio deja clara su posición: "No se produjo ningún fallo eléctrico en la red de transporte" de su propiedad. Frente a la versión de que la red estaba debilitada por las obras subraya: "Cualquier otro estado de la red de transporte no habría disminuido la severidad del incidente e incluso, por el contrario, podría haber añadido factores adicionales de riesgo, entre ellos, la pérdida de sincronismo con el sistema eléctrico europeo".