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La BNP será la primera empresa pública francesa privatizada

La Banca Nacional de París (BNP) será la primera empresa pública francesa en ser privatizada por el Gobierno, dirigido por Édouard Balladur, según informó ayer el ministro de Economía, Edmond Alphandéry. La puesta a la venta de la BNP, precisó Alphandéry, se realizará "en las próximas semanas, si las condiciones del mercado lo permiten".

La BNP y la poderosa empresa química Rhône-Poulenc figuraban en los primeros lugares de la lista de empresas privatizables presentada por el Gobierno francés antes de las vacaciones de verano. Para justificar la elección de la BNP como empresa que rompe el fuego, Alphandéry subrayó ayer que esa operación "no presenta ningún obstáculo financiero o técnico". El ministro rechazó cifrar el precio al que saldrá a la venta el banco, pero señaló que ese precio será fijado, en cualquier caso, "lo más tarde posible" y "a un nivel igual o superior al que fije la comisión de privatizaciones".

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Alphandéry indicó que concede una gran importancia a "una amplia suscripción popular" de las acciones de la Banca Nacional de París. El lugar que se concederá a los inversores extranjeros, añadió, será "menor" que el otorgado en algunas operaciones realizadas por el precedente Gobierno socialista, como las privatizaciones parciales de Rhône-Poulenc y Total.

Interés estratégico

El Gobierno de centro derecha intenta evitar un enfrentamiento directo con el presidente socialista en este espinoso tema de las privatizaciones. El pasado 14 de julio, François Mitterrand reiteró su oposición a ver caer en manos extranjeras algunas empresas que él considera de "interés estratégico" para Francia. En señal de buena voluntad respecto al presidente, el Ministerio de Economía acaba de anunciar que el Estado francés conservará entre el 10% y el 15% del capital del gigante petrolero Elf-Aquitaine, que también figura en la lista de empresas públicas a privatizar en el transcurso de los próximos meses.Además de esa fracción del capital, el Estado se reservará un golden share o derecho de veto en Elf-Aquitaine. Así impedirá la entrada de accionistas "indeseables" y limitará a un 20% la participación extranjera. Elf-Aquitaine, una de las diez primeras compañías petroleras del mundo, es valorada por la Bolsa de París en unos 100.000 millones de francos (unos 2,3 billones de pesetas). Entre los posibles futuros compradores de sus acciones figuran bancos y aseguradoras francesas y el grupo petrolero belga Petrofina.

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