El nuncio intentó impedir que un convento acogiera el congreso de curas casados

Son sacerdotes y están casados. No han pedido a la Santa Sede la reducción al estado laical y muchos presiden la eucaristía. Suman unos 100.000 en todo el mundo, aunque no todos están organizados. Madrid acoge desde ayer, y por vez primera en España, el IU Congreso Internacional de Sacerdotes Casados, al que asisten unas 400 delegaciones procedentes de 25 países de Europa, América y Asia. Se celebra en dependencias de los dominicos. El nuncio apostólico en España, Mario Tagliaferri, intentó impedir que este colectivo se reuniera en un convento católico.

Tagliaferri se dirigió a los responsables del convento de los dominicos en Alcobendas, sede del Congreso, durante la primavera pasada, según explicó ayer Julio P. Pinillos, coordinador del Movimiento pro Celibato Opcional (Moceop), creado hace 15 años y que agrupa a 1.000 de los 7.000 curas casados censados en España. Les conminaba a no ceder sus dependencias a la Federación Internacional de Sacerdotes Casados, organizadora del congreso.La indicación del nuncio fue comunicada por los religiosos al Moceop. Pinillos recordó que el nuncio no "explicó por escrito" los motivos por los que los dominicos no debían ceder sus instalaciones para el encuentro de curas casados, por lo que los hijos de Santo Domingo mantuvieron finalmente su compromiso.

Pinillos, coordinador del Congreso, tras señalar que "es la primera vez que podemos hacer estos congresos en el interior de un convento católico", agradeció anoche, durante el discurso de bienvenida a los participantes "la firmeza de los hijos de Santo Domingo" ante la "resistencia manifestada por la Diplomacia Vaticana".

El Congreso tiene lugar después de que la Conferencia Episcopal de Estados Unidos e incluso el propio Juan Pablo II reconocieran por vez primera, el pasado mes de junio, que obispos y sacerdotes han protagonizado casos de abusos sexuales. El celibato obligatorio de los presbíteros de la Iglesia católica quedaba de esta forma en cuestión.

Numerosos colectivos de fieles han apuntado reiteradamente la necesidad de reflexionar sobre la obligatoriedad de este compromiso, postura que también defienden algunos cardenales, entre ellos el brasileño Evaristo Arris, y obispos.

Incluso Juan Pablo II, en su época de obispo auxiliar en Polonia, se mostró partidario de la revisión de la ley del celibato. Así fue revelado durante el I Congreso Internacional de Sacerdotes Casados, celebrado en Roma en 1987. El segundo tuvo lugar en Holanda en 1990.

Experiencias de los hijos

La reunión de Madrid tiene por lema El sacerdote casado, al servicio del Pueblo de Dios. "Hemos superado la fase de nuestra legitimación, y ahora vamos a realizar un congreso basado en el intercambio de experiencias pastorales", explicó Pinillos.Se trata, de acuerdo con las manifestaciones de Pinillos, casado y padre de tres hijas, que no ha solicitado a la Santa Sede su reducción al estado laical, de reflexionar sobre las experiencias dé los curas casados y las aportaciones que pueden realizar a las comunidades católicas del siglo XXI. En el encuentro también participan laicos.

Para ello, durante el congreso, que concluirá el próximo domingo, "nuestros hijos y los jóvenes con los que se relacionan explicarán cómo viven la Iglesia y la Fe y el hecho de que, en muchos casos, su padre sea cura".

El tipo de comunidades que necesitará la Iglesia del tercer milenio y las aportaciones que puede realizar el colectivo de sacerdotes casados también estará presente en el intercambio de experiencias. "No somos desertores ni desaparecidos; sino padres, trabajadores y servidores del Evangelio", explica este colectivo de curas casados.

Pinillos, por ejemplo, celebra la eucaristía regularmente en dos comunidades del barrio madrileño de Vallecas, donde reside. "No tenemos afán de celebrar la misa, sino de servir al grupo", añade.