La policía atribuye las bombas de Barcelona a dos miembros del 'comando itinerante'
El Gobierno Civil de Barcelona atribuye a los etarras Daniel Derguy, de 32 años, y María Nagore Múgica, de 27, ambos miembros del comando itinerante de ETA, la autoría de los atentados ocurridos en Barcelona el pasado domingo. La policía no dispone, por ahora, de identificaciones concluyentes por parte de testigos, por lo que no puede establecer con certeza la presencia de los dos etarras en el Puerto Olímpico, según fuentes conocedoras de la investigación. Los mismos informantes añadieron que la autoría de los recientes atentados apunta a Derguy y Nagore porque fueron los activistas que abandonaron una caravana cargada de explosivos en julio pasado en Castelldefels. Otro dato que apoya su paso por Barcelona es que los dos etarras son también los presuntos autores de los atentados que se han realizado este verano en distintos puntos de la costa valenciana y murciana.Fuentes cercanas a la investigación señalaron que en la colocación de las bombas pudo intervenir una tercera persona, todavía no identificada. Interior agregó que esa tercera persona prestó algún tipo de colaboración para colocar los dos explosivos que estallaron el pasado domingo en sendos restaurantes del Puerto Olímpico de Barcelona y el tercero, que fue desactivado el lunes. Los mismos informantes señalaron que los investigadores descartan la presencia de José Luis Urrosolo Sistiaga en ese comando.
El Gobierno Civil de Barcelona ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana. El Ayuntamiento de la capital catalana ha convocado a los ciudadanos a lucir un lazo azul, el próximo viernes, como muestra de rechazo a los atentados de ETA, sumándose a la petición de los partidos catalanes con representación parlamentaria. Mientras, la policía ha intensificado los controles en la periferia de Barcelona. Los dos heridos de gravedad como consecuencia de una de las explosiones evolucionan favorablemente.
La reaparición de ETA en Barcelona ha desencadenado la proliferación de falsas amenazas. de bomba. El parque de atracciones del Tibidabo fue desalojado ayer durante una hora por una falsa amenaza y los accesos a la montaña fueron cerrados al tráfico. Otra llamada similar obligó cortar durante toda la mañana el servicio de trenes en las líneas de los Ferrocarriles de la Generalitat.
En la noche del lunes, otro falso aviso de bomba obligó a desalojar la estación de Sants, de Barcelona, y el hotel que se halla encima de la terminal. El cierre de Sants causó retrasos en cuatro trenes de largo recorrido y uno de cercanías en dirección a Vilanova.
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