El Banco de Japón frena la caída del dólar antes de los 100 yenes
El Banco de Japón ganó ayer una batalla en su lucha para frenar la caída del dólar contra el yen. Las repetidas intervenciones del banco central nipón, que según los operadores compró hasta 1.000 millones de dólares (unos 140.000 millones de pesetas) en el mercado, lograron que la divisa estadounidense se mantuviese alejada de la barrera de los 100 yenes, y que incluso se apreciase ligeramente respecto al lunes, al cerrar en Toldo a 101,55 yenes.
Pero la guerra continúa. El Gobierno japonés, consciente de la precariedad de la victoria de ayer, ha convocado una reunión de los ministros del área económica para mañana, en la que discutirán cómo afrontar el alza del yen.La jornada comenzó con malos augurios. Los rumores sobre la supuesta resignación del Gobierno japonés a ver el dólar traspasar la cota de los 100 yenes, junto con informaciones aparecidas en el influyente periódico económico estadounidense Wall Street Journal, que sugerían que Estados Unidos no está dispuesto a sostener su moneda, estimularon la venta de dólares. La divisa estadounidense cayó durante unos instantes hasta los 100,40 yenes, nuevo mínimo histórico. La suerte parecía echada.
Pero la decidida intervención del Banco de Japón y el anuncio por parte del Gobierno de la reunión de mañana lograron frenar momentáneamente al dólar.
. Los operadores en divisas aguardan mientras el resultado de la reunión de mañana. "A menos que el Gobierno adopte una decidida política para reducir el superávit, que realmente convenza al mercado de divisas, el yen continuará al alza", según Harumi Ichiki, economista jefe en el Instituto Sumitomo.
Otros economistas en Tokio aseguraron ayer que la subida del yen frente al dólar es un mensaje de Estados Unidos a Japón para que facilite sin subterfugios la entrada de productos a su mercado y contribuya así a reducir el gigantesco superávit comercial japonés. Tras las escaramuzas cambiarias se esconde en realidad toda una estrategia política y económica.
El superávit comercial japonés con EE UU tiene además una influencia mucho más directa y menos maquiavélica sobre la cotización del yen. Cuanto más productos venden los empresarios japoneses en EE UU, más dólares cambian en el mercado de divisas nipón, incrementando así la demanda de yenes.
Lucha en solitario
A pesar de la recuperación parcial de ayer de la moneda japonesa, los operadores aseguran que es sólo cuestión de tiempo antes de que un dólar se cambie por menos de 100 yenes en el mercado de divisas. A menos que los bancos centrales occidentales se lancen a la batalla que hasta ahora libra el Banco de Japón en solitario. Los japoneses temen las consecuencias a largo plazo de la fortaleza del yen, que desde principios de año se ha apreciado ya un 20% respecto al dólar. Un yen fuerte castiga el empleo en, Japón tanto como lo beneficia en Estados Unidos. "La caída del dólar, que hace los productos estadounidenses más atractivos económicamente, aumenta las oportunidades de los americanos de mantener sus empleos", según el economista Kenneth Goldstein.
Sin ir más lejos, Canon, uno de los mayores fabricantes de electrónica de consumo, culpó ayer a la fortaleza del yen de la reducción de sus beneficios durante el primer semestre de 1993. En ese periodo, las ganancias han descendido un 61 %. En los seis primeros meses de este año, el 79% de las ventas de Canon tuvo su origen en el extranjero. La mayoría de empresas japonesas se encuentran en una situación parecida, lo que contribuye a multiplicar los efectos del alza del yen.
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